DELICIAS DE LA POLÍTICA NACIONAL
Como si esto fuera poco, el ministro de Obras Públicas de la Nación, en lugar de estar en su despacho intentando llevar adelante las obras que el país necesita para su desarrollo, dedica su tiempo a convocar a “paros oficiales”, o peor aún a realizar campaña del miedo en los colectivos, por lo que hay que reconocer que a la hora de sostener el relato este funcionario hace gala de una enjundia fuera de serie.
Volviendo al caso del candidato-ministro-cuartetero, la afirmación respecto a sus gustos musicales a la hora de baile hogareño vinculada a su visita a la provincia de Córdoba es al menos una tontera. Alguno de sus acompañantes debería decirle que difícilmente la mayoría de los votantes cordobeses inclinen su voto hacia él por dicha afirmación, como tampoco lo harán por Javier MIlei (LLA) luego que éste confesara que escucha canciones del extinto Rodrigo.
Ese es el nivel de discusión de la campaña presidencial donde la sociedad debe elegir quien ocupará el sillón de Rivadavia por los próximos cuatro años.
A esto se suma que a la hora de explicar su plan de gobierno, el candidato-ministro -que no se priva de utilizar fondos públicos para hacer campaña- pone sobre la mesa una suerte de listado con “expectativas de logros” o “buenas intenciones y esperanzas”, sin explicar a ciencia cierta cómo lo hará más allá de un llamando a la unión nacional en el que poco confían plenamente a excepción del gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales.
En este sentido se debe reconocer que Morales es un hombre de palabra, ya que tras la derrota sufrida por Patricia Bullrich en primera vuelta, el dirigente radical aseguró que su partido será prescindente de cara al ballotagge, pero que haría todo lo posible para que Javier Milei pierda , es decir, que jugaría para el candidato del kirchnerismo, cosa que se cuida decir abiertamente al igual que Martín Losteau, porque sabe que no es políticamente correcto afirmar que tras perder las PASO apoya a un candidato que no es de su partido y con el cual tiene aceitada relaciones, a punto tal que su vicegobernador es hombre del ministro de Economía. Como si esto fuera poco y quizás con la intención de sumar puntos para conseguir un conchabo en el gabinete de un posible gobierno de unión nacional en caso que Massa resulte triunfador, Morales se sumó a la campaña oficial del miedo , asegurando que si gana Milei las provincias no podrán pagar los sueldos, cosa que en todo caso hablaría muy mal de su manejo de las arcas provinciales.
Otro que no quiso quedarse atrás a la hora de realizar afirmaciones de dificil confirmación, fue el gobernador que impulsa "más y mejores derechos" pero que a la vista está no puede siquiera hacer cumplir los ya existentes aún manejando la provincia más rica del país, contar con el 45% de los votos de la población de su territorio y recibir fondos ilimitados de parte del gobierno nacional.
Sucede que Axel Kicillof sin ningún tipo de pudor afirmó ante un auditorio afin que "enfrente hay una oposición que quiere dejar a las y los trabajadores sin vacaciones ni aguinaldo", cosa que no solo está contemplada en la Constitución Nacional, sino que ni el más tonto de los políticos plantearía.
En medio de todo esto, en La Libertad Avanza nadie tiene bien en claro quién es quién y a quien responde, habida cuenta de la incursión de parte del Pro de la mano de Mauricio Macri en la campaña que lleva adelante Milei quien cambió la motosierra por una tijera de podar.
Por su parte Horacio Rodríguez Larreta hace equilibrio para no quedar pegado en ningún sitio pensando en convertirse en una suerte de faro en la futura conformación de JxC de la mano de una nueva línea dentro del Pro.
Alberto
Por último cabe mencionar una pregunta que millones de argentinos se hacen desde hace varios meses, no porque realmente les cambie un ápice su realidad o como dicen ahora varios analistas y sociólogos “su metro cuadrado”, sino por simple curiosidad: DÓNDE ESTÁ ALBERTO?.
Quienes transitan a diario los caminos de la política saben que para tener resultado en este campo es primordial saber manejar los tiempos ya que aquel que no lo hace pierde. Esta máxima se refiere a todos los aspectos de dicha actividad y en especial al referido a los pronunciamientos, mensajes, momentos de hablar o de guardar silencio.
Por lo visto a pesar de su larga trayectoria en estas lides, al presidente Alberto Fernández nadie le explicó esta suerte de máxima de la política vernácula, que a decir verdad, CFK maneja de maravillas, solo basta ve sus apariciones y ausencias, según el caso.
Sucede que cuando debería haber guardado respetuoso silencio, el mandamás nacional hizo gala de sus dotes de profesor y dedito en alto se paseo por el país dando cátedra de gobierno, asegurando incluso que para combatir el coronavirus había que tomar tecito caliente, por no mencionar la guerra que lanzó contra la inflación, la cual a la vista, está perdió antes de movilizar la tropa.
Sin embargo ahora, en los peores momentos de la vida nacional, con una economía descontrolada, con la incertidumbre a flor de piel, con uno de cada dos argentinos pobre , con el país fuera de todo escenario de preponderancia internacional y con hechos de violencia que sacuden a la sociedad en su conjunto, el presidente decide no solo hacer silencio, sino prácticamente ocultarse en su despacho o viajar por el mundo como si en verdad su presencia en tal o cual evento fuera de relevante importancia, cosa que - a juzgar por los resultados de su gobierno- nunca lo fue en su momento y menos lo será a dos meses de dejar su mandato.
De todas formas y a la luz de los acontecimientos, la pregunta que más inquieta a los integrantes del circulo rojo oficial parece ser: Quién se ha tomado todo el vino!!??
D.R