14 DE JULIO, DIA DEL CINISMO

14 DE JULIO, DIA DEL CINISMO

Hoy se cumplen dos años del momento más triste de la vida reciente de muchos argentinos. Hoy se cumplen dos años desde que la palabra del presidente Alberto Fernández perdió cualquier tipo de credibilidad si es que alguna vez  tuvo. Hoy es el día del “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”.

Sucede que hace exactamente dos años, mientras miles de argentinos prácticamente no podían salir de sus casas, cerraban sus negocios, perdían sus empleos o peor aún no podían siquiera despedir a sus familiares fallecidos por Covid o cualquier otra casusa, el presidente Fernández y su “querida Fabiola” se burlaban de toda la sociedad, festejando en la Quinta Presidencial de Olivos, el cumpleaños de la primera dama, mostrando así un desprecio total por sus compatriotas a los que decían cuidar. Un horror

Qué pensará hoy Pablo Musse aquel padre al que no lo dejaron llegar a ver a su hija enferma de cáncer terminal, o aquel otro que cruzó en brazos de una provincia a otra a su pequeña, o la familia del joven  que murió ahogado al intentar cruzar un río a nado para llegar a su hogar?

Ni que hablar de los miles de argentinos que recibieron una urna con los restos de sus seres queridos, sin poder siquiera asistir al funeral?.  No hay como imaginar tanto dolor.

Pero nada de esto les importó al presidente a Fabiola Yañez y a media docena de amigos, que brindaban con champagne  y comían torta, mientras que la primera dama agradecía glamorosa y emocionada el  happy birthday. No hay derecho. No es posible tanta hipocresía, tanto cinismo.

Tras la noticia del caso lo primero fue la negación. Con absoluta tranquilidad,  Alberto Fernández  mintió negando la existencia de esa y otras reuniones en Olivos. Luego, cuando aparecieron las primeras fotos, se ensayaron todo tipo de explicaciones inverosímiles. Hasta que apareció el video y todo cambió. La mentira más atroz quedó expuesta sin más.

A partir de allí la palabra del presidente no vale nada a punto tal que el 14 de Julio podría instaurarse como el “ día oficial de la mentira, el cinismo y la hipocresía”.

Es cierto que la mentira en política es común, que tiene menos valor que un billete de 10 pesos y que la sociedad ya está acostumbrada, pero en este caso fue demasiado. Esta fue una trompada a traición a millones de argentinos que cumplían a rajatabla la cuarentena, confiando  en sus autoridades mientras una vez más eran estafados.

Desde hace dos años miles de argentinos se preguntan cada día cómo hace Alberto Fernández y su “querida Fabiola” para levantarse y mirarse al espejo sin tener vergüenza cada día, cómo hacen  para salir a la calle y pretender que nada paso?. Chi lo sa. 

Para peor y superando el colmo de las ofensas, quieren tapar su horrible falta arrojando un puñado de dinero sobre la mesa.  

Al  jurar un cargo la fórmula tradicional indica que si  un funcionario no cumple con su obligación “que Dios y la Patria se lo demande”, cosa que a todas luces a F ernández lo tiene sin cuidado porque nadie que cree en un Dios puede cometer tremenda tropelía y por otro lado, la patria…. “la patria es el otro” (dicen) entonces que las reglas… las cumpla el otro.  Verdad?