SE NOTA MUCHO
Preocupado por contestarle al Presidente –razón por la cual en verdad se postergó el inicio de sesiones en la Legislatura provincial para el día de ayer- y por erigirse a su vez como líder de la oposición en lo que a UxP se refiere, el gobernador Axel Kicillof pronunció ayer su discurso en el inicio de las Sesiones Ordinarias 2024 en Buenos Aires.
Tal como ocurrió con el presidente Milei, si alguien esperaba un discurso moderado o hasta incluso con alguna autocritica respecto a la situación que se registra en la provincia de Buenos Aires, es porque no conoce al mandamás provincial.
Como era de esperar no hubo autocrítica profunda alguna respecto a su gestión a nivel provincial o la del partido al que pertenece a nivel nacional, sin embargo tuvo tiempo para las chanzas indicando que el Ejecutivo nacional puede contar con él “para reuniones de trabajo, para encuentros destinados a solucionar problemas, incluso para debatir”. “Estaremos en todos los ámbitos que sean necesarios para seguir reclamando con firmeza algunos puntos concretos. Pero si se trata de encuentros para fotos y marketing… arranquen nomás si no llegamos”, olvidando quizás una práctica común durante los años de la denominada “década ganada” o los últimos años del gobierno al que ahora todos en UxP desconocen integrado por el trinomio Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, tal cual era la inauguración por parte de un ministro de la nación de cinco cuadras de asfalto, cosa que a decir verdad son importantes para los vecinos del lugar y para el intendente; no merecían la presencia de un miembro del equipo de gobierno nacional para el corte de cintas. A esto se suma por caso el lanzamiento de la misma obra en varias oportunidades o peor aún la entrega de obras inconclusas. Todo esto como parte del marketing y la foto que hoy se critica.
Otro punto a destacar que indica en todo caso lo olvidadizo que se mostró ayer el gobernador es que sin dudar afirmó que “nosotros tenemos voluntad de transformar. Pero eso no implica saltar al abismo o experimentar con recetas anacrónicas, importadas o fracasadas”. En este caso el gobernador olvidó referirse a los guarismos dejados por el gobierno al cual pertenece que terminó con una inflación del 1020% de los cuales 211 se registraron el último año de la mano del "plan platita". Sin mencionar el saltó en los niveles de pobreza, que llevó a que uno de cada dos argentinos sean pobres o que un trabajador registrado sea pobre aún cobrando sueldos de convenio, cosa que dicha sea de paso, durante 4 años la CGT nunca mencionó.
Esas son las recetas que el gobernador y ex ministro de Economía del gobierno de CFK, parece que quiere volver a implmentar habida cuenta de lo que entiende fueron excelente resultados.
Más derechos
Sin ponerse colorado Kicillof afirmó voz en cuello que “los problemas no se solucionan con motosierra, ni con dinamita, ni con ajuste. Hacen falta más derechos, hace falta más Estado. La sociedad reclama por más escuela pública, por más cloaca y por más asfalto. Nunca menos. Siempre más”, sin recordar que una vez más que la provincia que conduce desde hace cuatro años y en la que su partido lleva más de 30 años al frente, es la que mayor cantidad de “barrios populares” presenta en los cuales la falta de servicios es una constante. A esto se debe sumar infinidad de ciudades donde contar con gas natural, agua potable o asfalto es casi un privilegio.
En cuanto a una mayor cantidad de derechos, sería importante que el gobernador haga una revisión de los datos estadísticos de la provincia, para tomar nota que actualmente no se cumplen ni los mínimos derechos ya existentes, por ejemplo, el vinculado a la seguridad.
Es verdad
Hay que decirlo todo.
Las formas que tiene el gobierno nacional de llevar adelante algunos temas no es la mejor. Muchas de las acciones que se prometieron durante la campaña aún están en veremos y el golpe más duro lo afronta la clase media, es cierto. También lo es que el Presidente indicó que así iba a ser, que el 56% de los votantes lo apoyó y que lleva menos de tres meses de gobierno.
También es cierto que muchas prácticas discursivas de Javier MIlei, recuerdan a los discursos de Néstor Kirchner enojado con Clarín y COTO o de CFK criticando al “abuelito amarrete”, exponiendo a la situación fiscal de un contribuyente dueño de una inmobiliaria que tuvo la osadía de criticar al gobierno o peor aún afirmando que también era bueno “tener un poquito de miedo”, a ella.
Nada dijo Kicillof, de la situación de la niñez en territorio provincial, donde 6 de cada 10 chicos son pobres o indigentes, a lo que se suma la situación educativa que da cuenta que la mitad de los niños no comprenden un texto al salir de la escuela primaria y todo esto bajo su gestión y la de su partido.
Manejo
No es intención de quien escribe estas líneas defender la gestión de la Libertad Avanza . Mucha agua deberá pasar bajo el puente para poder calificar a ciencia cierta a la actual gestión de gobierno, que por lo pronto cuenta con más problemas que soluciones. Sin embargo no se puede olvidar que muchas de las situaciones que atraviesan los argentinos y en este caso quienes viven en la provincia de Buenos Aires, provienen de las distintas gestiones del partido al que Axel Kicillof, con todo derecho, adhiere y representa.
Tampoco es posible olvidar la gestión del actual gobernador al frente el ministerio de Economía de la nación donde según la opinión de 10 de los 13 economistas más respetados del país fue “la peor gestión dentro de los 12 años de gobierno kirchenerista”, habida cuenta de los problemas que algunas decisiones que se tomaron bajo su gestión repercuten aún en la actualidad.
Así las cosas, nadie puede negar que el gobernador Kicillof fue re electo con el 45% de los votos, cantidad más que interesante de apoyo electoral. Tampoco se puede negar que Axel Kicillof tiene todo el derecho de plantear sus diferencias con el actual gobierno nacional, ya sean políticas, ideológicas o de gestión y llevar adelante las acciones que considere necesarias para hacer ver su descontento. Sin embargo lo que no puede hacer el gobernador es desconocer su responsabilidad y la del partido al cual pertenece respecto a muchos de los problemas que hoy critica como si nunca hubiera formado parte del “círculo político” que manejó las riendas del país y de la provincia de Buenos Aires desde hace más de una década. Ya que se decir así eso: "nota mucho”.
D.R