DE OLVIDOS Y CANTOS DE SIRENAS
Cuando uno escucha al gobernador Axel Kicillof no puede hacer menos que sorprenderse por la habilidad que tiene para interpretar algunas cuestiones de la realidad, como así también la capacidad de olvido que presenta vinculada a algunos hechos ocurridos en la historia reciente del país.
Llama la atención que el jefe provincial que fue ministro de Economía – aquel que prefería no saber cuántos pobres había en el país para no estigmatizarlos- y que por ende conoce a la perfección los números, afirme por un lado – no sin razón, negarlo sería de necios- que este fue un pésimo año para los bolsillos de los argentinos que vieron como sus ingresos caían en picada merced a la devaluación y las políticas que lleva adelante el presidente Milei; para luego afirmar que a pesar de eso y debido solo a las acciones impulsadas desde el Estado provincial, se espera una buena temporada veraniega en su territorio.
Los especialistas que siguen de cerca la evolución de la economía nacional afirman que si bien es cierto que existe una recesión que afecta a millones de argentinos, la posibilidad de una temporada estival aceptable como fueron los últimos fines de semana largos - sin plan previaje vigente- se debe entre otros motivos a “la estabilización de algunos precios de la economía, a la baja de la inflación que pasó 25 % en diciembre a 2,4% en noviembre, a la vuelta de la venta en cuotas y hasta a la mejora en los ingresos de algunos sectores de la vida económica en todo el país.
Por tal motivo afirmar que “sin la presencia del Estado no hay verano”, es al menos una exageración o el intento de fascinar con cantos de sirenas de los que solo Ulises y sus hombres pudieron escapar.
Un hueso …
Otro punto a tener en cuenta es que todas las bondades que el gobernador anuncia pondrá en macha su gestión para este verano, salen de las arcas de los contribuyentes, muchos de los cuales –debido a las condiciones que él mismo mencionó vinculadas a las acciones del gobierno nacional- no solo no saldrán de vacaciones, ni las reclaman; sino que muy por el contrario, piden por caso que en lugar de destinar $2300 millones en merchandising playero (n/r: nota publicada el 8 de septiembre: “Kicillof licitó la compra de kits playeros por $2300 millones) , se utilicen más fondos por caso para seguridad de modo tal de poder vivir un tanto más tranquilos sin temor a ser víctimas de un hecho de inseguridad que para estas alturas en algunas zonas se convirtió en el cilicio de cada día.
Así las cosas, cuando el gobernador se ufana de sus políticas de un Estado presente y hace hincapié en el “derecho a la felicidad”, más de un contribuyente que teme que lo hieran o hasta lo maten para robarle su celular, la moto o hasta las zapatillas, se siente como un perro al que le tiran un hueso mientras se llevan las vacas.
El Estado no es un manantial infinito de recursos, ni tiene por qué serlo.
Un olvido más…
Si algo tiene en claro buena parte de la clase política nacional es la memoria a corto plazo que aqueja a buena parte de la sociedad, motivo por el cual deciden sumarse a esta situación y comienzan a padecer de forma voluntaria de “amnesia colectiva partidaria”; a pesar que Jorge Luis Borges, haya asegurado que: “solo una cosa no hay: olvido”.
Otros aprovechan esta cuestión para manipular los hechos de la historia según sus necesidades y algunos hasta desconocen los orígenes de los males que critican, pensando tal vez que esa falta de memoria afecta a todos los habitantes por igual y que ninguno recordará más allá de la de tan mentada “década ganada”, donde más de uno se erigió en defensor de los pobres para sostener o hasta incrementar sus riquezas. Verdad?
El gobernador Kicillof aseguró voz en cuello no solo que Aerolíneas Argentinas no dio pérdidas el año pasado, cosa que contradice los informes elaborados por quienes estudian el tema en base a datos de la propia empresa que dan cuenta que en 2023 la misma perdió unos u$s 200 millones y en lo que va del 2024 esa cifra supera los u$s 89.- Es decir o el mandamás provincial se equivocó de empresa o los muchachos de La Cámpora -otrora amos y señores de la aerolínea de bandera - le pasaron mal los números.
Otro punto a tener en cuenta es que cuando el gobernador Kicillof afirma con toda firmeza que “el gobierno nacional quiere privatizar la empresa para hacer un negociado como ya se hizo cuando la privatizaron…”, olvida mencionar que dicha privatización –que sí fue escandalosa- se llevó a cabo bajo el gobierno del presidente peronista Carlos Menem, es decir, un “compañero” de partido del actual gobernador a quien los fundadores de la corriente interna conocida como kirchnerismo a la cual el cual él adhiere o por lo menos adhirió – como dijo Harold Nicolson: “en política una semana es mucho tiempo”- rendían pleitesías tras recibir fondos por la privatización de YPF.
El gobernador sumó otro olvido a una larga lista de olvidos, ya que los chanchullos a los cuales hace referencia vinculados a la privatización de Aerolíneas Argentinas allá por 1989/90, en todo caso fueron ejecutados por integrantes de su partido, los cuales al parecer en ese momento no tuvieron problema alguno en apoyar dicha medida dejando de lado la “vital importancia” de contar con una aerolínea de bandera.
Así las cosas tanto olvido, tanto manoseo de la historia para acomodar los hechos a las necesidades de cada político de turno, provocan en escombros en la mente que impiden que algunos vean el panorama completo.
D.R