MIRAMAR : RECLAMO POR SEGURIDAD PROVOCÓ CRISIS INSTITUCIONAL
Una marcha por seguridad hizo temblar el andamiaje institucional del oficialismo.
Cuando una pequeña marcha en reclamo de seguridad pone en vilo a la conducción política de una ciudad, deja de manifiesto que algo no está bien en el seno de dicha gestión.
Aunque parezca exagerado lo que ocurrió ayer en el Concejo Deliberante de Miramar fue una “crisis institucional”, provocada por más de un centenar de vecinos que preocupados, cansados, angustiados, temerosos y con un sentimiento de desprotección sin igual decidieron salir a las calles a reclamar seguridad.
La marcha en cuestión derivó en la irrupción de los manifestantes dentro del recinto del Concejo Deliberante donde se llevaba a cabo la última sesión del año.
La presencia de los vecinos quienes a tambor batiente reclamaban la asistencia del intendente Sebastián Ianantuony (UxP) en el lugar -cosa que para desazón de propios y extraños no ocurrió- provocó un tembladeral y cierta zozobra en las autoridades del Concejo y en los miembros del oficialismo que no sabían cómo salir del atolladero.
Tras una serie de dimes y diretes y una condenable agresión a la presidente del Concejo, Sabina Vujovich, la situación se encaminó de la mano del concejal Mariano Bove y de los integrantes de la oposición que pusieron su grano de arena para evitar males mayores.
Hasta aquí un breve resumen de lo ocurrido.
Ahora bien, la pregunta que cabe entonces es por qué se llegó a tan delicada situación y por qué el sistema institucional en manos de UxP tembló ayer de pies a cabeza.
Como se dijo los vecinos están cansados de los hechos de inseguridad y en especial de la evidente inacción del jefe municipal a quien por estos días no solo la oposición le reclama dialogo sino también algunos de sus propios compañeros de partido.
Crisis
La presidente del cuerpo legislativo, Sabina Vujovich, no pudo encauzar una situación que a todas luces la desbordó, entre otras cuestiones por no contar con el apoyo del titular del Ejecutivo local, que prefirió hacer mutis por el foro en lugar de tomar el toro por las astas y ponerse al frente de la situación, dándole la espalda a parte de los ciudadanos de su distrito y abandonando a sus concejales a su suerte.
De haber mostrado cintura y reflejos políticos durante la primera media hora, el jefe municipal no solo hubiera calmado las aguas rápidamente, sino que hasta para algunos hubiera sacado chapa de conductor.
Ni uno ni otro.
Ianantuony perdió la oportunidad de tomar el timón de un municipio que por estas horas parece navegar a la deriva.
La culpa siempre es del otro
Sabido es que muchos integrantes de UxP presentan un grado de “amnesia selectiva partidaria” de proporciones bíblicas a la vez que adolecen de cierto poder de autocrítica. Tan es así que tras los sucesos antes mencionados no faltaron aquellos que sin ponerse colorados cargaron las tintas sobre quienes se manifestaron y el gobierno nacional. Afirmando entre otras cuestiones que: “votaron a un presidente esbirro que desfinanció un país”, para luego afirmar que : “todas las reformas que se intentaron hacer democráticamente desde el Consejo (Sic) Deliberante fueron rechazadas por todos aquellos que reclaman en las calles Salud, Seguridad (…).
El autor de estas afirmaciones muy cercano al intendente al parecer desconoce o prefiere olvidar, que el Ejecutivo municipal tuvo en la mayoría de los casos el acompañamiento del bloque de la Ucr con quien mantiene una muy buena relación, por lo que pudo llevar adelante cuestiones sensibles como la aprobación de la ordenanza fiscal impositiva durante los últimos años. Tan es así que no fueron pocas las veces que llovieron severas críticas contra los boinas blancas.
Al parecer, para el autor de dicho comentario -escrito quizás con angustia al ver a su líder zozobrar y no hacer frente a una situación tan delicada o proyectando qué pasará si ocurreo lo mismo cuando ocupe una banca- solo tienen derecho de reclamar aquellos ciudadanos que no votaron al presidente Milei.
Todo hay que decirlo
Es cierto que la cuestión económica no es la mejor y que ya no llueve maná del cielo como ocurría en tiempos de 200 por ciento de inflación anual, como ocurría durante la gestión del ex superministro Sergio Massa.
Es cierto también que las exigencias de la sociedad son cada mayores, pero también es verdad que en este caso solo se estaba pidiendo “paz para vivir civilizadamente , para no morir a destiempo y como salvajes”, tal cual afirmó el extinto Guillermo Cano, director del diario “El Espectador” de Colombia, en tiempos de fuerte convulsión en dicho país.
Cargar las culpas en otro, desconociendo la propia incapacidad para resolver los temas para los cuales alguien se postuló y fue electo por segunda vez, olvidando que el partido al que pertenece es quien gobierna el distrito desde hace 20 años y la provincia desde hace 40 o pretender que todos los males que la ciudadanía vive comenzaron tras la asunción de un presidente hace dos años , para no hacerse cargo así de las responsabilidades que le competen, no solo es tan mediocre como una comedia que no da risa o un drama que no emociona, sino que además ya no convence a nadie, o al menos, a nadie que no sea un fanático a ultranza o un” militante rentado”, tal cual afirmó días atrás un dirigente del propio partido gobernante en Alvarado.
Error
Se equivoca el intendente Ianantuony si cree que aquellos que lo critican son sus enemigos. Es cierto que en todo puede haber un condimento político que le pone picante a la situación, pero también lo es - y a la vista está- que solo y en piloto automático las cosas no funcionan, se lo dicen incluso quienes estuvieron a su lado y hoy prefieren alejarse.
Sabido es que para solucionar un problema lo primero que hay que hacer es admitir el mismo, cosa que permitirá buscar las acciones pertinentes para resolverlo. De nada sirve el ya trillado “ah pero….Milei”, cosa que no solo cansa sino que a todas luces no da resultado.
Mientras todo esto ocurre, mientras algunos prefieren patear la pelota afuera, buena parte de la población se aferra cual náufrago al salvavidas de la esperanza que es algo que la sociedad usa para consolarse eternamente de algo que nunca llagará. Y eso es peor aún cuando la misma se deposita en gente a la cual nada la ruboriza.
Así las cosas habrá que ver ahora la capacidad de reacción del Ejecutivo local y las medidas que toma para encaminar la situación. Si esto no ocurre quedará demostrada que los que ostentan el poder son los más hábiles para conseguirlo, pero los menos calificados para ejercerlo.
D.R