CUANDO LA MENTIRA ES LA VERDAD
Para muestra basta un botón:
La medida tomada por Massa, la cual en esta columna ya se calificó como “buena de por si” ya que toda reducción impositiva es bienvenida, llega no solo en momentos electorales, sino que a pesar que oficialmente se la intente vender como un acto de justicia social y los Gordos de la CGT la festejen a tambor batiente, solo beneficia a quienes se encuentran en la cima de la pirámide salarial, pero no hace mella en la mayor parte de los trabajadores quienes, según los especialistas, presentan un salario promedio que no llega a los $ 400 mil, es decir muy por debajo delos $ 700 mil anteriores y lejísimo de los 1,77 millones dispuestos por decreto. Es más, cuanto más cobre un asalariado de estos niveles más se beneficiará, cosa que está bien, pero que lejos está de ser un beneficio para “toda la clase trabajadora”.
Una mentira que se pretende hacer verdad.
A esto se suma que no son pocos los que salieron a reclamar por las consecuencias de dicha medida. Un ejemplo de esto fue el gobernador de Córdoba y candidato presidencial, Juan Schiaretti, quien según su conveniencia juega a favor o en contra del gobierno. En este caso como le tocaron el bolsillo provincial, el titular del Ejecutivo cordobés salió a criticar la medida habida cuenta que más del 60% de los ingresos provenientes del impuesto que se pretende eliminar es coparticipable. Dicho en buen romance: Massa hace jueguito con la pelota de otro.
La pregunta que muchos se hacen es por qué el candidato-ministro no tomó esa medida hace meses, de modo tal de subsanar al menos en algo la gestión que lleva adelante que nada tiene que envidiar a la de sus antecesores Guzmán y Batakis, las cuales fueron para el olvido.
Otra de las preguntas que flotaba ayer en el aire es por qué si se pretendía beneficiar a todos los trabajadores no se decidió por caso una reducción de varios puntos en el IVA de algunos alimentos de primera necesidad. De haber sido así el beneficio hubiera llegado a todas la sociedad por igual y en especial a quienes menos tienen y lejos están de percibir $ 1.77 millones por mes, pero sabida es la aficción que tiene el candidato de UxP de realizar grandes anuncios o como se dice en el barrio “vender humo”.
Sucede que el líder piquetero no deja pasar oportunidad para salir al cruce de los comentarios realizados por el titular de Mercado Libre, el primer unicornio regional que genera trabajo para miles de personas en América Latina.
Lo que no se entiende bien cuál es el motivo que Grabois tiene para criticar así a Galperín ya que en primer lugar hay que descartar una cuestión de envidia económica, habida cuenta que el líder piquetero no proviene de una familia con sus necesidades básicas insatisfechas o pertenecientes a la ahora denominada “economía popular” que es forma con la que el gobierno intenta romantizar la pobreza. Además sabido es que Juan es un excelente administrador ya que semanas atrás indicó que su familia de cinco integrantes vive con unos $ 200 mil al mes. Claro está que cómo el mismo dijo jamás entró a un local a comprar ropa ya que se la regalan, como la campera o las zapatillas que usa, lo que para muchos significa que no tiene idea de lo que valen las cosas o que simplemente “vive de arriba”.
Tampoco debe ser una cuestión de envidia laboral, ya que de empleo de miles de personas Juan Grabois conoce más que cualquier otro gerente al llevar adelante una intensa gestión en las distintas organizaciones de las que participa como lider por ejemplo de la de cartoneros o "recicladores urbanos".
Quizá otro de los motivos del encono de Juancito -como le dice CFK- podría estar vinculado con la libertad que tiene Marcos Galperín para dar a conocer sus ideas, cosa que muchas veces el líder piquetero no puede hacer, como por ejemplo el día que afirmó que le “hacía ruido” la fortuna de Máximo Kirchner y en menos de 24 horas tuvo que salir a aclarar sus dichos y desdecirse. Chi lo sa?
Sucede que por más que los distintos actores de dicha coalición política proclamen la unidad, lo cierto es que por estas horas parece que solo una parte del Pro y una menor aún de la UCR son quienes decidieron ponerse la campaña electoral al hombro de la mano de Patricia Bullrich.
Un ejemplo de esto es la ausencia de de algunos referentes de primera línea a la hora de apoyar decididamente a la candidata de dicho espacio, tal cual es el caso de Facundo Manes, que hasta hace poco tiempo se presentaba como fuerte líder radical con ansias presidenciales y tropa propia. Desde que decidió bajarse de dichas aspiraciones pocas son las apariciones públicas que se vieron de dicho candidato. Otro tanto ocurre con el otrora hombre fuerte Gerardo Morales, mano derecha de Horacio Rodríguez Larreta y presidente de la UCR, quien salvo alguna reunión esporádica con Bullrich a poco de las PASO, también se alejo del escenario electoral.
La vedad sea dicha, ya que por otro lado sí hay dirigentes radicales que le ponen el pecho al asunto tal es el caso de Maximiliano Abad, presidente de la UCR de la provincia de Buenos Aires.
Quien también se corrió de escena es Elisa Carrió. Sabido es que la dirigente de la Coalición Cívica tuvo un problema de salud y decidió alejarse de la actividad política, pero también es cierto que cuando Lilita quiere nada le impide apoyar o defenestrar a quien corresponda, sin embargo en este caso no hubo grandes ni pequeñas demostraciones. Muchos afirman que “el silencio de Lilita vale más que mil palabras”.
Por último y aunque se los vea más cercanos, las diferencias entre patricia Bullrich y Horacio Rodriguez Larreta se mantienen a la orden del día. En este caso quienes trabajan cerca de ambos dirigentes aseguran que “la relación no es mala, pero es fría”.
Sucede que para muchos la decisión del alcalde porteño de sumar a Schiaretti en plena campaña interna fue la gota que colmó el vaso y que a su vez provocó la pérdida de gran cantidad de votos en Córdoba, provincia en la cual el PRO siempre hizo pie y en la que Luis Juez perdió la gobernación por 3 puntos. A esto se suma que ahora y sabiendas que no hay posibilidad alguna de llegar a a la presidencia, el gobernador cordobés insiste con su candidatura restando votos a JxC, afirman quienes estudian las encuestas dicha provincia. A esto se agrega las esporádicas apariciones de dirigentes del PRO como María Eugenia Vidal y hasta el propio Mauricio Macri, quien recientemente se sumó a la campaña, aunque con cierta tibieza para muchos simpatizantes de dicho espacio.
D.R