LA ALEGRÍA NO ES SOLO BRASILEÑA

LA ALEGRÍA NO ES SOLO BRASILEÑA

Por primera vez en casi 20 años la tan metada “grieta” se cerró y todos fuimos felices.
 Por primera vez en casi 20 años muchos se abrazaron con el vecino al que casi no le hablan por diferencias políticas.
Por primera vez en casi 20 años muchas calles de todo el país se cortaron no por gente enojada batiendo cacerolas por los cortes de luz o por desocupados reclamando un plan, sino por miles y miles de argentinos que salieron a cantar, gritar, llorar, saltar o bailar de alegría.
Por primera vez en casi 20 años el slogan fue “por fin una buena para todos”.
Por primera vez en muchos años atrás quedó el “Macri gato” o “Cristina chorra”.
Por primera vez no importó si sos “Nac&Pop”; de derecha, libertario, de izquierda, del centro o a político.
Por primera vez en casi 20 años la alegría no fue solo brasileña.
Quien escribe estas líneas lejos, muy lejos está de ser futbolero, sin embargo ayer quedó subyugado por el encanto que infundió ese grupo de jugadores quienes en poco más de 90 minutos hicieron un acto de magia: le devolvieron la alegría a una población que, en líneas generales, está sumida en la tristeza.
Esto no significa que los problemas cotidianos grandes o pequeños desaparecerán o se resolverán rápidamente  o que haya que quedarse con esto y listo, ya está “siga, siga” -para decirlo en términos futboleros-  no señor;  pero al menos por un par de horas, por unos días, una sonrisa se dibujará en el rostro de cada argentino sin importar su condición.
 Ayer quedó demostrado que cuando la causa es noble, no hay banderías que dividan.
 Ayer quedó demostrado que no hace falta poner en marcha el aparato de ningún partido político para movilizar miles de personas, ni tomar lista para saber quién está o quién no, o prometer un cambio rotundo de un día para el otro como si fuera tan sencillo.
Ayer quedó demostrado que no hace falta cubrir con un manto político partidario cada acto de la vida cotidiana tratando de apropiarse de un logro ajeno con la intención de sacar medio metro de ventaja.
En definitiva, ayer quedó demostrado que el fútbol de la mano de la ya histórica “Scaloneta”, logró lo que ningún dirigente político pudo hacer en los últimos 20 años: unió a una sociedad bajo una misma bandera y todos, absolutamente todos,  fuimos felices.

D.R