JUAN ESTÁ ENOJADO
Cuando se escuchan algunas de las declaraciones del denominado “dirigente social” Juan Grabois,se entiende por qué la sociedad argentina está como está. Con dirigentes sociales así no hay otro destino.
Sucede que en un acto en Misiones, ante un centenar de seguidores, enojado porque al parecer se destapó la olla en la cual se cocinaban fondos millonarios (cerca de u$s 1.200) que manejaba la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (forma que muchos dirigentes políticos-sociales utilizan para romantizar la pobreza) Grabois no dudó en decir que : “Yo no quiero que a este proyecto político le vaya bien, quiero que fracase, quiero que se hunda".
Nadie puede sorprenderse por las declaraciones de Grabois, como tampoco nadie puede sorprenderse por el despertar de los “Gordos de la CGT” que durante cuatro años hibernaron, ni mucho menos del nuevo amanecer de Roberto Baradel, líder de uno de los gremios docentes de la provincia de Buenos Aires, cuya afinidad con el gobierno de Kicillof es tan grande que ya ni se toma el trabajo de disimular.
Un ejemplo de esto, es que hace un año mientras en la provincia las escuelas cerraban por falta de calefacción y los padres organizaban rifas para comprar estufas, como ocurrió en un secundario en Balcarce, Suteba de la mano de Roberto, no levantó la voz, ni acercó fósforos para prender un brasero.
Ni que hablar de algunos dirigentes de ATE, que el año pasado ante una posible derrota electoral de UxP anunciaban su vocación por el lanzamientos de cascotes.
Interpretación
Tiene Juan Grabois -y el millón de personas que lo votó cuando quiso ser presidente- , derecho de querer que al gobierno le vaya mal?
Pues claro que sí!! Es su forma de pensar la política.
Sin embargo no hay que olvidar que los 14 millones de personas que votaron al actual presidente Milei también tienen derecho de querer que se acaben los manejos poco claros que involucran fondos públicos.
Como se dijo, Juan Grabois está enojado porque a su entender el gobierno le declaró la guerra al vincularlo con el escándalo que da cuenta del manejo de miles de millones de dólares .Se trata del Fondo Fiduciario de Interacción Sociourbana (FISU), una caja de la cual la UTEP se hizo responsable durante el gobierno de Alberto Fernández, que estaba destinada a urbanizar barrios populares y que al parecer presenta serías irregularidades.
Una cosa que llama la atención es la rara interpretación que Grabois hace de sus propias palabras deseando que el gobierno se hunda y afirmando que no le importa que malinterpreten sus dichos o "hablen de golpismo" ya que "Los golpes de Estado siempre los hicieron los gorilas", dijo el otrora productor de perejil.
Así las cosas, parece que el jefe de la UTEP sacó a relucir el catalogo de excusas de quienes vociferan consignas progres pero con bolsillo de oligarca que indica que “cuando un gobierno se cae por acción de la derecha gorila, es un golpe de Estado; pero si se cae por impulso nuestro que no somos gorilas, es una revolución popular al calor de las masas”. Raro, no?
Consejo K
Hay que reconocer también que la forma de hacer política del presidente Javier Milei es un tanto ortodoxa para las costumbres vernáculas, más aún a la hora de elegir contrincantes y calificarlos.
Sin embargo no se debe olvidar que esa forma es la misma que viene mostrando desde que decidió hacerle caso a pié juntillas a los consejos de la ex vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, cuando siendo presidente dijo que si a alguien no le gustaba la forma de gobernar que tenía, lo que debía hacer era crear un partido, presentarse a elecciones y ganar. Eso es lo que hizo y con el apoyo del 56 por ciento de los votantes ganó.
Así fue entonces como un outsider de la política sin apoyo sindical, ni del poderoso Pj; afirmando que lo que haría en caso de llegar al sillón de Rivadavia provocaría en principio más dolor; ganó con un porcentaje de votos nunca visto. No será momento entones que dirigentes sociales, sindicales y algunos otros políticos enquistados en sus sillas desde hace años, tomen nota de esto?
Llama la atención que el líder de la UTEP de quien se sabe tiene formación profesional , una cercanía absoluta al Papa -y por ende a los preceptos cristianos- y que además de tonto no tiene un pelo, pueda pensar que si al gobierno de turnno – sea cual fuere su origen- le va mal, a los 47 millones de argentinos –incluidos el millón al que él representa- les pueda ir bien, a excepción claro está, que lo que Juancito –como le dice cariñosamente CFK- defienda no sea la justicia social, el bienestar de los que menos tienen y un futuro mejor para todos los argentinos en general; sino ciertos privilegios propios y de terceros y la pertenencia al círculo rojo, del cual muchos se quejan , pero nadie quiere abandonar una vez que entra al mismo.
D.R