AY !! ALBERTO ; ALBERTO

AY !! ALBERTO ; ALBERTO
Alberto Fernández ex presidente (ilustración gentileza E.C)

Cuando se escucha al ex presidente Alberto Fernández  decir “basta de mentiras”, al momento de criticar al actual gobierno nacional, uno no puede más que sentir asombro, pena o indignación.
Totalmente abandonado a su suerte por los integrantes de su  partido (FdT- UxP ) quienes lo ignoraron  a poco de comenzar su gestión ,  el ex presidente intenta volver a la palestra con la intención de juntar fuerzas a la hora de hacer frente al denominado “caso de los seguros” que lo tiene como principal acusado. Una pena.
Es al menos asombrosa la capacidad que tiene Fernández para mostrar lo que entiende son datos positivos de su gobierno olvidando que dejó un país con 50% de pobres.  
Así las cosas si  en su tiempo libre el profesor universitario se dedicara a realizar filminas –esas que tanto gustaba utilizar a la hora de explicar lo inexplicable-podría  dibujar el contorno de la Argentina y dentro del mismo colocar dos personas y a una de ellas ponerle  un cartelito que diga  “pobre o indigente”, `porque eso es lo que su gobierno dejó: uno de cada dos argentinos pobre o indigente.  Sin mencionar a los chicos, ya que en este caso tendría que dibujar diez siluetas y a seis de ellas ponerle dicho cartelito. Pero de eso no se habla.

Sin palabras

Tiene derecho el ex presidente en criticar la gestión de sus sucesor Javier MIlei?
Por supuesto que sí!!
Lo que no tiene  el profesor Fernández es autoridad moral para hablar de mentiras, más aún cuando durante su gobierno se llevó a cabo una acción  que quedará grabada a fuego en el inconsciente colectivo nacional como la peor estafa a la ciudadanía conocida como: La Fiesta de Olivos.  
A partir de ese momento  cualquier cosa que el ex presidente dijo, dice o dirá caerá en saco roto o será pue
sta  en tela de juicio ya que si en plena cuarentena estricta donde miles de argentinos se fundían y otros no podían siquiera despedir a sus difuntos, el ex presidente junto a su “querida Fabiola” y una decena de amigos festejaba con torta y champang el cumpleaños de la primera dama, y peor aún, tras conocerse el hecho la primera reacción fue negarlo y la segunda culpar a su pareja, cómo confiar en él.  Para peor la disculpa dada rezó: “Fue algo que no debió haber ocurrido”, junto con el pago de una multa.  Cinismo elevado a la enesima potencia.
Cómo no sentir indignación cuando el ex  titular del Ejecutivo nacional, calificado como “el peor gobierno de la historia” –a punto tal que sus propios compañeros de partido ahora miran para otro lado o lo desconocen- que dejó en cuatro años más de 1000% de inflación, que prometió que las parrillas echarían humo cual viejas locomotoras a vapor cuando el único humo que se vio fue el de las medidas económicas que se anunciaban y no causaban ningún efecto positivo, hoy –dedito en alto – intenta una vez más dar cátedra y consejos;  como cuando aconsejaba “tomar té caliente” para combatir el coronavirus o señalaba que “estamos ganando la batalla” a la pandemia que causó más de 100 mil muertos en el país.
Es cierto que la situación del país es más que complicada, que millones de argentinos atraviesan el peor momento en décadas, que la inflación destroza los bolsillos y que la ciudadanía vive más penas que glorias;  eso es innegable, como también lo es que se debe recordar  el origen de esta situación, razón por la cual  lo que nadie puede hacer el distraído, mirar hacia otro lado o sacar los pies del plato ya que  eso es una actitud tan mediocre como una comedia que no da risa o un drama que no emociona.

D.R