VIVIANA FARÍAS: “HAY UNA BATALLA CULTURAL QUE LA ARGENTINA VIENE PERDIENDO”

Cierta falta de compromiso de la sociedad a la hora de concurrir a las urnas y la necesidad de ganar una batalla cultural que actualmente considera pérdida y que da origen a esa apatía respecto a todo lo que tenga que ver con  la actividad política, son algunos de los coneptos que la edil Viviana Farías (Pro) desarrolló en esta entrevista. 

Periodismoya.com (PY).:  Cuál es el análisis que hace de las elecciones del 7 de septiembre en el distrito.

Viviana Farías (V.F.:  El análisis más profundo está vinculado a la cantidad de votantes respecto a esta falta de educación cívica que tenemos  en cuanto a nuestra obligación de ir a votar.  Desaprovechando la oportunidad de decirle a la política si estoy o no de acuerdo  con la marcha de las cosas.
Si nos circunscribimos al distrito vemos permanentemente la queja a través de los medios de comunicación, las redes sociales o el mano a mano con la gente, donde resalta la gran disconformidad con la actual gestión , pero después habitualmente no se ve eso en las urnas.

PY.: En el caso de las últimas elecciones hubo cierta voz de alerta para con el oficialismo…

V.F.: En este caso puntual un poco sí se  vio  eso porque en este caso  hay un gran derrotado que es el gobierno del intendente Sebastián Ianantuony que por muy pocos votos se autoproclama  ganador de esta elección, siendo que hay un gran porcentaje que le dijo que no al Ejecutivo local.
 A pesar de esto se ve cierta falta de compromiso de la gente en ir a votar ya que ésta era  la oportunidad   de criticar y objeta.

PY.: No se queje,  si no se queja

V.F.: Tal cual. También hay que tener en cuenta que  el momento de las elecciones  es un momento que dentro del ámbito familiar o de los amigos merece a mi entender un amplio debate,  averiguar cuáles son las fuerza políticas del distrito desde la primera a la última, informarnos  quiénes son, cuáles son las propuestas, más allá que luego vemos  en muchos casos que las mismas nos dejen más dudas que certezas.
De todas formas eso no significa que ese día uno no vaya a votar o no se comprometa a participar fiscalizando por ejemplo. Es por eso que es necesario el compromiso de todos en estos casos y no como nos quieren hacer creer que  esto corresponde solo a una parte de la sociedad y  los otros solo están para ir a votar o no.

PY.: Por qué cree Ud. que existe esta apatía a la hora de ir a votar?

V.F .: Creo que hay una gran batalla cultural que la Argentina viene perdiendo  y esto va desde la gente que no tiene idea qué se vota, para que se vota hasta aquellos que no saben que es un concejo deliberante o una cámara de diputados provincial o nacional.
Esto es una gran decadencia cultural que el gobierno de los últimos años se encargó que sea de esta manera, porque no hay que olvidarse que hay alumnos de la escuela secundaria e incluso en las universidades que no tienen comprensión lectora.
Esto no es una cuestión azarosa, sino que en un plan bien organizado  para que cuánto menos sepa el ciudadano mejor le va al César.
Así vemos como este plan lleva a la decadencia cultural que termina luego en el consabido  “a mi qué mi importa”,  “total a mí qué me va a modificar”, es decir,  se instala la preocupación por  el propio  metro cuadrado, ya sea para qué no vayan  a votar, para continuar  el status quo o  para mantener el voto miedo.  Ese miedo a perder las cosas que le dan en las elecciones, miedo a perder algún beneficio  o incluso  el trabajo.
Otra cuestión a tener en cuenta es el voto en blanco que se presenta  como un acto de rebeldía cuando no lo es.  El acto de rebeldía, si se quiere , es darle el voto a alguna fuerza política que tenga la posibilidad de hacer escuchar su voz aunque a mí no me represente totalmente. Un acto d rebeldía es decir: “voy a votar a tu contrario”.
También hay  trabajar para dejar de  ver en las redes sociales mensajes que dicen:  “al que venga y me de las chapas lo voy a votar”.  Eso no es así, porque esas chapas que le da el mal político tiene un solo fin: comprar la  dignidad  de la gente y  la dignidad no tiene valor monetario porque es el más grande que tenemos las personas.  Entonces,  cuando a uno le compran la dignidad  no tiene nada más para defenderse,  porque le compraron lo de mayor valor.  
Además no hay que olvidar que el dinero para comprar esas chapas no sale del bolsillo del político de turno, sino que  proviene de las arcas del Estado  integrada por el aporte de todos los contribuyentes incluyo en algunos casos de quienes reciben dichas chapas.

D.R