MIRAMAR: ES HORA DE VOLVER A PENSAR EN LA DECLARACIÓN DE EMERGENCIA EN SEGURIDAD?
A los robos en viviendas, se suma ahora la sustracción a pleno día de autos estacionados en la calle y hasta el robo de autopartes.
Lejos de solucionarse los problemas de inseguridad en Miramar cercen con el correr de los días. Sucede que a los ya habituales robos a casas de segunda residencia y hasta en algunos casos a viviendas ocupadas en forma permanente, ahora se suma el robo de vehículos estacionados en la calle o de algunas de sus partes, por caso los neumáticos.
Un ejemplo de esto ocurrió el viernes por la madrugada cuando autores desconocidos no solo rompieron algunos cristales de un vehículo que estaba estacionado en cercanías de las calles 17 y 24, sino que además se alzaron con las dos ruedas traseras, dejando al infortunado dueño en una situación más que complicada, ya que no solo le provocaron un inmenso daño económico con el robo de los neumáticos, sino que además tuvo que malabares para poder salir de dicho atolladero. Lo mismo le ocurrió a otro vehículo estacionado en las inmediaciones, salvo que en este caso los ladrones se alzaron con un solo neumático.
A esto se suma el robo de dos camionetas una Toyota doble cabina modelo 1998, que estaba estacionada en la calle 19 al 1600 y una Chevrolet S 10 blanca, estacionada en la calle 14 entre 17 y 19, todo esto a plena luz del día en la zona céntrica de la ciudad.
En Parquemar los primeros días de la semana, los ladrones desvalijaron una casa y un departamento completo. Según afirman los vecinos, los malhechores se alzaron con sábanas frazadas un televisor y hasta la garrafa.
Muchas preguntas
Así las cosas los que muchos vecinos se preguntan es hasta cuándo se prolongará esta situación y qué hace falta realmente para ponerle coto a la misma.
Para muchos el tema está fuera de control y no son pocos los que opinan que “es ridículo pensar que algo va a cambiar si siempre se hace lo mismo, aunque todos sabemos que eso no está dando resultados, más allá de los reales esfuerzos que entendemos se realizan a diario”.
Otra de las preguntas que comenzó a correr durante los últimos días por la localidad fue la que indica si no es hora de volver a pensar en una declaración de emergencia en seguridad, cosa que tiempo atrás la oposición intentó instalar pero no logró instalar.
Quienes sigue de cerca el tema afirman que esa declaración “permitiría al Ejecutivo local llevar adelante una serie de acciones, entre ellas muchas de índole administrativo que acelerarían los pasos a seguir, por caso en la adquisición de cámaras de seguridad”. También se asegura que “en su momento la presión de algunos sectores económicos de afuera y de la propia localidad para que eso no ocurra fue tremenda, porque algunos entendían que la medida sería muy mala prensa para una ciudad que vive del turismo”. Esta afirmación abre la puerta para preguntarse que es preferible: contar con una herramienta más que quizás ayude a cierto control del delito, o dejar todo como está y ver como los robos se suceden a diario?
Qué daría en todo caso “peor prensa”, una declaración de emergencia en seguridad o que un residente o visitante suba a sus redes sociales la foto de su vehículo desmantelado o un flyer solicitado ayuda para recuperar su camioneta o su moto robada en plena calle, como ocurrió los últimos días?.
Desazón
Como era de esperar la situación reinante provoca decenas de quejas y reclamos a las autoridades policiales y al Ejecutivo local.
La verdad sea dicha, más allá de las quejas ciudadanas, difícil es suponer que a quienes ocupan los sillones más sensibles de la ciudad el tema no les preocupa. Muy por el contrario; sabido es que el jefe municipal, hijo dilecto de General Alvarado, es uno de los más preocupados por dicha situación, como así también las nuevas autoridades policiales que asumieron su cargo semanas atrás.
Quienes les acercan las carpetas al mandamás municipal aseguran que el tema de la seguridad desvela al intendente que busca por todos los medios una salida al problema que le provoca más de un dolores de cabeza que las finanzas públicas. Sin embargo y a que a pesar de las continuas reuniones y reclamos, los vecinos afirman que “en vez de mejorar, la cuestión empeora”.
Info: D.R