Impulsan proyecto para que delitos sexuales contra menores no prescriban
Se plantea además que el Estado tiene la obligación de garantizar a las víctimas de los delitos declarados imprescriptibles en esta ley el abordaje integral adecuado al caso antes, durante y posterior al proceso judicial”.
El Movimiento Derecho al Tiempo Argentina (DATA) presentó un proyecto de ley para que se “declararen imprescriptibles los crímenes de violencia sexual del que hayan sido, sean o fueren víctimas niño y adolescentes”.
“Hasta el momento los tiempos de las víctimas no coinciden con los plazos judiciales y esto es muy grave porque la falta de justicia no ayuda a la recuperación y el dolor no prescribe”, dijo a Sonia Almada, presidenta de la organización Aralma contra las violencias en la infancia, que integra DATA.
Además, la iniciativa presentada en la Cámara de Diputados propone también modificar la denominación “abuso sexual” por la de “violencia sexual contra la infancia y/o violencia sexual” para adecuarse de esta manera a “los tipos de violencias previstas en la Ley 26.485, por tratarse de una relación desigual de poder”.
Por otro lado, el proyecto plantea en su artículo 4 que “el Estado tiene la obligación de garantizar a las víctimas de los delitos declarados imprescriptibles en esta ley, e independientemente de la edad que tengan al denunciar o solicitar asistencia, el abordaje integral adecuado al caso antes, durante y posterior al proceso judicial”.
Almada explicó que es necesario que el Congreso trate y convierta en ley este proyecto porque “ los sobrevivientes de agresiones sexuales padecidas en la infancia y adolescencia logran identificarse como víctimas de un crimen largos años después de sucedido el o los hechos denigrantes”. “El abuso sexual no se puede homologar a ningún otro crimen porque se trata de un crimen en continuo, es decir, no sucede solo en el momento en que se perpetra la violencia en la infancia sino que las secuelas acompañan a los sobrevivientes a lo largo de todo la vida”, sostuvo agregó.
La licenciada en psicología agregó que llevar el caso a la justicia “es especialmente difícil porque él pederasta es, en la enorme mayoría de los casos, una persona del núcleo cercano de la víctima: familiar, amigo, o figura de autoridad que enreda a la víctima en una compleja trama afectiva que lo paraliza, cuando no lo extorsiona y amenaza para que calle”.