FIN DEL RELATO

FIN DEL RELATO

Finalmente hoy termina el peor gobierno de la historia reciente de la Argentina. Atrás quedará el relato con el que se quiso disimular la realidad. Atrás quedará un presidente humillado por su vicepresidente a cada vuelta de esquina. Atrás quedarán la desastrosa gestión del otrora superministro de Economía Sergio Massa,  devenido luego  en candidato presidencial  quien no dudó en llevar adelante cualquier medida sin medir las consecuencias con tal de llegar al sillón de Rivadavia, cosa que finalmente no logró, ya que fue vencido por un outsider de la política con un partido con dos años de antigüedad.
Hoy comienza un nuevo camino para los argentinos, el cual el tiempo dirá si es mejor o peor que el andado. De ello dependerá mucho de las acciones del nuevo presidente como así también de las medidas que tomen la inefable izquierda que nunca pasa del 8% de los votos  y de los hasta ayer dormidos “Gordos de la CGT”, quienes a lo largo de cuatro años convalidaron la destrucción del salario de todos los argentinos sin emitir un panfleto en tono crítico.
El ex presidente Alberto Fernández, quien se autopercibe un estadista, no perdió oportunidad para hacer papelones de diverso calibre, faltar a la verdad para luego reconocerla, (la fiesta en Olivos es un claro ejemplo) y aceptar ser humillado por quien le regaló el cargo que nunca pudo ejercer en plenitud, porque no supo, no quiso o no pudo  o simplemente por no estar preparado para ello. Una cosa es ser ministro, secretario o lobbista y otra muy distinta manejar las riendas de un país.
La vicepresidente  CFK pasó los últimos cuatro años preocupada solamente por sus causas judiciales. Para zafar de ellas intentó cuanta maniobra cruzó por su mente y sin embargo tampoco lo logró ya que finaliza el mismo condenada y sin injerencia alguna en el Consejo de la Magistratura.  Flaco favor le hizo a los argentinos durante este tiempo, donde un innumerable número de leyes durmieron el sueño de los justos en los atiborraos archivos del Senado.
Por último no se debe olvidar a quien se presentó como el salvador que agarraba una papa caliente entera y la entregó hecha puré.
Nada distinto se podía esperar de alguien a quien la propia jefa del espacio que integra calificó de “fullero” (tramposo, engañoso) y un ex presidente de “Ventajita”, habida cuenta de cierta habilidad que presenta para cambiar de opinión y postura según sus propias conveniencia.
Alberto Fernández, Cristina Kirchner  y Sergio Massa son sin lugar a dudas responsables de la de la más grande debacle económica nacional de los últimos años.  No hay relato ni maquillaje que oculte los números reales que indican según la consultora Ferreres y Asociados, que  la deuda bruta del país aumentó en los últimos cuatro años en casi 100.000 millones de dólares. Pasó de 308.846 millones en 2019 a los actuales 401.433 millones.
Durante la época de macri el aumento fue el 50 por ciento menor, es decir, u$s 47.000 millones de dólares, a pesar que Alberto Fernández afirme que la deuda recibida fue el origen de su fracaso como presidente.
Olvida decir el  ex presidente que cuando asumió  el tipo de cambio oficial era de 60 pesos por dólar y ahora lo deja  en 400 pesos.  También por esas cosas que tiene la memoria selectiva omite que el dólar paralelo valía 71 pesos en diciembre de 2019  y ahora  la última cotización del jueves pasado, fue de 955 pesos. La brecha cambiaria -la diferencia  entre el dólar oficial y el paralelo) pasó del 18,5% en 2019 al 164,5%. El déficit fiscal primario
A esto se suma la desastrosa situación del Banco Central  cuyas reservas cayeron a la mitad durante la gestión del gobierno del FdT.
El ex ministro-candidato Sergio Massa y sus compañeros de coalición , nada dicen respecto a que la inflación anual era de un horrible  52,1% en 2019 y ahora supera el  162,4% (algunos afirman que llegará al 180%) . Esto derivó en la destrucción del salario real que los sindicalistas no vieron en cuatro años de gestión de un gobierno afín Así el sueldo pasó  casi 600 dólares mensuales hace cuatro años a 400 dólares ahora al cambio oficial, claro está.
Por último y la deuda más grande que este gobierno deja son los niveles de pobreza nunca vistos en el país, a punto tal que un trabajador formal  percibe salarios que lo ponen en la línea de la pobreza.
En este caso más de la mitad del país es pobre, por más que el presidente Alberto Fernández dude de dichos datos o no quiere admitir el fracaso de la gestión del FdT al gobierno. Más del 50 % de los argentinos hoy es pobre o indigente y esa cifra crece un 10% si se traslada a los menores de 17 años.
En diciembre del 2019 ese guarismo era del 40 por ciento, pero la frase “ah pero Macri” se sigue escuchando hoy en día.

D.R