DIVORCIO O SEPARACIÓN TEMPORAL ?
Tras más de un año de diferencias, finalmente el vínculo entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich, dos pesos pesados dentro del Pro, parece haberse roto. Los motivos son tan disímiles como consultas se realicen y van desde posiciones encontradas a la hora de definir la posición del Pro frente al gobierno de LLA, hasta otras más mundanas y de índole personal.
Lo cierto es que lo que sucedió días atrás fue al menos un papelón de proporciones bíblicas que el partido en cuestión no se puede permitir, so pena de alejar aún más a sus votantes los que, en algunos casos, siguen apostando fuerte por el presidente Milei.
Así las cosas la pregunta que cabe es si bien desde hace tiempo el Pro estaba en crisis, a partir de los últimos acontecimientos dicho partido dejó de existir tal cual se lo conocía? Y de ser así, este es el momento en que las partes se lamen las heridas provocadas por el fragor de la lucha y pugnan por quedarse con la representación de lo que el partido fundado por Macri hace unos veinte años supo ser?.
Ahora bien, según afirman quienes toman café con Macri y también con Bullrich, o lo hacían, las diferencias en el fondo no son tan importantes, sino que en todo caso están vinculadas a la manera de llevar adelante la relación entre el Pro y LLA.
En este caso Bullrich no solo decidió formar parte del gobierno, sino que hasta hizo mención a la posibilidad de pensar en una suerte de fusión del Pro con las huestes de MIlei.
Por su parte el sector que lidera Macri, es un tanto más cauto y da por tierra con esa idea.
Si bien la relación entre ex presidente de Boca y el actual presidente de la Nación es excelente, hay cuestiones en las que el primero prefiere tomar cierta distancia y hasta en algunos casos hacer algunos reclamos, por ejemplo la devolución de los fondos que Alberto Fernández le quitó a la Ciudad de Buenos Aires, para correr en auxilio de Axel Kicillof quien no podía parar una revuelta policial, dineros de los que el gobernador de Buenos Aires no habla cuando hace mención a la devolución de fondos a las provincias de parte del gobierno nacional.
“La mía no se toca”, sería la idea del mandamás provincial.
Como era de esperar, rápidamente cada sector comenzó con el armado correspondientes de fuerzas de cara al 2025; sucede que en política quien no maneja los tiempos está perdido, dijo un avezado dirigente jugador de mil partidos y en cualquier lugar de la cancha, razón por la cual algunos leales de uno y otro lado del mostrador rápidamente levantaron la mano para indicar que están prestos a entrar al juego, por caso Dario Nieto o Guillermo Dietrich por el lado de Macri. Y algunos de menor exposición pública en el caso de Patricia Bullrich.
Por su parte Horacio Rodriguez Larreta, mira desde lejos pero sin perder pisada sobre lo que sucede entre quienes fueron aliados en la última interna y ahora son contrincantes, esperando en todo caso el momento para volver al ruedo del cual nunca se fue.
Así las cosas y a pesar de las apariencias, Macri y MIlei, sellaron un pacto de no agresión ya que dan por descontado que tanto los chispazos dentro del Pro, como una eventual crítica de éste a la política libertaria, sería darle de comer a las fieras representadas en este caso por el kirchnerismo .
En medio de tanta pelea y como ocurre en muchos divorcios, ahora vendrá la disputa por ver quien se queda con la custodia de los chicos. En este caso las partes indicaron que el bloque de diputados del Pro en el Congreso seguirá unido, por lo que al parecer al menos por el momento la custodia será compartida, lo que habla a las claras que en definitiva las diferencias no serían tan profundas sino más bien metodológicas dando lugar así a pensar en una futura reconciliación de las partes, si es que ambas están dispuestas a ceder al menos un poco en sus respectivas pretensiones.
D.R