DURANTE LA GESTIÓN DE ALBERTO FERNÁNDEZ EL CONSUMO DE CARNE CAYÓ UN 47%

El precio de la carne no cede a pesar de los anuncios oficiales y empuja la inflación de febrero.

DURANTE LA GESTIÓN DE ALBERTO FERNÁNDEZ EL CONSUMO DE CARNE CAYÓ UN 47%
El precio de la carne no cede

 A pesar de los anuncios del gobierno de ayuda para  el sector ganadero, en el inicio de la semana  hubo alzas de 5% promedio en el mercado de hacienda de Cañuelas, que se trasladará a las carnicerías y a las heladeras de los supermercados en los próximos días.
Los expertos adjudican esta suba adicional al fin de semana XXL que se aproxima. "Los operadores se intentan cubrir para los próximos siete días".  Más allá de esto la verdad es que  el precio promedio del novillo alcanzó los $445 en la mañana de ayer miércoles, un 43% por encima del inicio de año ($311), lo que suma más problemas al ministro Sergio Massa y a los   bolsillos de los consumidores ya que las últimas subas se trasladaron solo en parte al mostrador.
Según el último reporte del Indec, el precio de la carne sólo registró una leve alza durante enero. Muy por debajo de lo que sucedió en los mercados en las semanas siguientes. El organismo oficial detectó que el precio del asado y de la nalga subieron 3,3%, mientras que otros cortes populares se encarecieron 3,9% (fue el caso de la paleta y el cuadril).  Esas alzas quedaron muy detrás de la suba del 6,8% que registraron los alimentos durante el primer mes del año.
A menos que los valores de la carne se desinflen en las próximas semanas, el encarecimiento en Cañuelas y en las carnicerías impactarán en la inflación de este mes de febrero, cosa que preocupa al gobierno y en especial al ministro Massa, quien ahora se debate si conviene o no cambiar el discurso y en lugar de hablar de una baja de inflación, mencionar solo una “estabilización” de la misma, corriendo así los plazos para llegar al 3% mensual hacia fin de año.

Precios

La fuerte suba del precio de la carne, concentrada en unas pocas semanas, hizo que los cortes premium se acerquen a los $2500 por kilo. Es el caso del lomo, la “picanha” o la colita de cuadril, por ejemplo.
Otros cortes, de los llamados "populares", como el vacío, ya costaban en torno a los $2.000 y el asado rondaba los 1500 o más.
Los aumentos alcanzaban también, aunque en menor medida, al pollo y al cerdo, con alzas de entre 10% y 14% en la última semana, a pesar también de los anuncios de ayuda para el sector, que a primera vista parece no creer en las políticas económicas oficiales. Otro tanto ocurre con el huevo cuyo precio mayorista ronda en algunos casos los $ 10.000 por cajón, y va por más.
En estos últimos casos, se trata de productos que -a diferencia de la carne vacuna- venían acompañando a la inflación. La carne vacuna, en cambio, el año pasado se incrementó alrededor de 30 puntos por debajo de la inflación, que fue del 95% en 2022.
En este contexto, el Gobierno anunció el relanzamiento del control de precios para la carne, en el marco del programa de "Precios Justos".  Esos valores más económicos sólo se podrán encontrar en los supermercados adheridos y carnicerías pertenecientes a frigoríficos  a partir con un tope total de 18 toneladas, lo que equivale a menos del 10% del consumo total de carne en el país.
Así las cosas durante lo que va de la gestión de Alberto Fernández (FdT) el consumo de carne cayó a un mínimo de 47 kilos per cápita y, ahora, el rubro cárnico vuelve a empujar la inflación al alza.

Info: C.Z/redacción