ALIANZAS CON FECHA DE VENCIMIENTO

La decisión de Patricia Bullrich de anunciar su apoyo a Javier Milei, no solo ocasionó un sismo de consecuencias impredecibles dentro del Pro, fuerza de la que es presidente, sino también puertas adentro de Juntos por el Cambio, coalición que a decir verdad presenta serios problemas internos desde hace  largo tiempo.
Más allá de que diga que su apoyo al candidato libertario es a título personal, lo cierto es que nadie puede desconocer que como mandamás del Pro, sus palabras involucran mucho más que una apreciación individual, razón por la cual el tembladeral producido en dicha fuerza que integra la coalición fue mayúsculo, más aún si  nadie estaba enterado del asunto.
A partir de allí y de la “libertad de acción” dada al electorado –como si alguien fuera dueño de los votos de la gente- muchos  salieron a despacharse a gusto respecto a la decisión tomada por Bullrich, haciendo aún más visible las diferencias que la interna partidaria sembró a lo largo del último tiempo y que entre otras cuestiones llevó a Juntos por el Cambio a la derrota el 22 de octubre pasado, de la mano de Bullrich, Macri, Larreta, Morales, Losteau  y sigue la lista….

Ofendidos

Ayer buena parte de los dirigentes radicales se mostraban más que enojados y aseguraban su total prescindencia respecto al próximo ballotage, sin embargo no ahorraban críticas para con el líder de La Libertad Avanza, ni tampoco hicieron mayores referencias a Luis Petri, radical de la primera hora.
Llama la atención que Gerardo Morales, cuyo vicegobernador es un hombre de Sergio Massa, se rasgue las vestiduras ante la decisión de Bullrrich. Se olvida Morales que fue la líder del Pro quien no dudó en respaldarlo abiertamente cuando a pocos días de la interna y de sus ansias de llegar a la vicepresidencia del país, su provincia se vio afectada por disturbios sociales de características mayúsculas  y su persona era blanco de las críticas más virulentas de parte del oficialismo.
Otro tanto le cabe a Martín Losteau que ayer jugaba a las escondidas diciendo que la propuesta de Milei es un horror y que ya sabe a quién va a votar,  pero sin aclarar si apoyará al candidato-ministro  con quien junto al diputado Emiliano Yacobitti – quien ya adelantó su voto a Massa- tienen muy buena relación con el oficialismo
Como si esto fuera poco, antes de las declaraciones de Patricia Bullrich, luego de conocido el resultado de los comicios , la vicepresidente de la Ucr, María Luisa Storani afirmó que su  posición y la de una parte de su partido era la de apoyar a Sergio Massa, por lo que llama la atención que luego  dirigentes de dicha fuerza  como Morales o Losteau  se presenten cual   damiselas ofendidas porque otro integrante de la coalición de la que forman parte adelante su apoyo en otro sentido quitándole quizás el protagonismo que esperaban al dar el primer portazo.
Por su parte Elisa Carrió tampoco se quedó atrás y  luego de meses de silencio no tuvo problemas en salir a cuestionar la decisión de Bullrich  llamando incluso en vivo a un programa de televisión para dar cuenta de su malestar, indicando además que propiciaba que los sufragantes impugnen su propio  voto el próximo 19 de noviembre.  Nada dijo de su prolongado silencio durante eñ último tramo de la campaña.
Así las cosas una vez más quedó demostrado que las alianzas que se llevan adelante por espanto y no por convicción tienen fecha de vencimiento en su envase y esta coincide justamente con los procesos electorales,  porque es allí donde los egos y vanidades quedan al descubierto, por más que luego se haga referencia a los intereses de la patria.
Mientras todo esto ocurre millones de argentinos ven por televisión como los representantes a quienes entregaron  su voto dejan al descubierto sus peores miserias y con el  pretexto de defender los intereses de sus seguidores hacen añicos las esperanza de cambio que se entiende depositaron en ellos quienes los apoyaron en las urnas.
Salvo honrosas excepciones pocos fueron los dirigentes de todo JxC  que al menos intentaron poner la necesidad de sus votantes por encima de sus conveniencias políticas.

Campaña

Tras haber quedado dentro del ballotage, Javier Milei es objeto de una insólita campaña destinada a instalar en la población que el candidato de La Libertad Avanza dejará  la misma tal cual hizo Carlos Menem al momento de enfrentar a Néstor Kirchner en segunda vuelta.
En primer lugar hay que aclarar que ni Milei es Menem –por más que el libertario lo admire-  ni Massa es Kirchner, aunque se le parezca mucho y algunos afirmen que su accionar es más bravo que el del ex presidente, cosa que a todas luces no es un elogio,  muy por el contrario.
Así es fácil ver como desde distintos medio afines al gobierno diversos analistas políticos ponen en duda la continuidad del candidato en la contiende electoral que se avecina cosa que en principio parece una ridiculez de proporciones bíblicas, a punto tal que quienes presentan esta “novedad” no explican cuáles serían los motivos que tendría Milei para renunciar al ballotage.
Los números indican que el candidato-ministro le lleva al libertario 6 puntos de ventaja, cifra que en principio no parece tan abultada e imposible de revertir,  aunque luego los resultados sean otros.  A esto hay que agregar que en dos años, el libertario logró lo que a Sergio Massa le llevó una década y varios cambios de partidos y convicciones, razón por la cual la posibilidad que Milei deje de lado la próxima elección es al menos inverosímil.
Lo que si puede ser creíble es que desde el oficialismo se haya lanzado dicha campaña para intentar  por un lado instalar en la sociedad la idea de que ya está todo dicho y que Sergio Massa es ganador, habida cuenta que es sabido que a nadie le gusta apostar al caballo perdedor, y por otro que desde UxP estén alarmados por el despertar de la criatura que ellos mismos impulsaron y que ahora pone  en aprietos a sus mentores.

D.R