TRAS DE 10 AÑOS DE CRISIS LA CLASE MEDIA ESTÁ EXHAUSTA
La clase media ve que no sólo no tiene futuro el país, sino que como clase tampoco lo tiene porque siente que esa movilidad ascendente que fue el motor de su construcción ya no es posible.
En la Argentina fue siempre sinónimo de ascenso social, sin embargo a lo largo de la última década o más, es la clase que más sufrió y para la cual no hay remedio, ayuda o guiño alguno que haga pensar en un futuro mejor.
Fernando Moiguer, economista, profesor de las universidades UBA y Di Tella afirma que la clase media asiste a una crisis diferente de las muchas anteriores, porque viene de 10 años donde no ha tenido un respiro y ahora está encuentra exhausta.
"La clase media ve que no sólo no tiene futuro el país, sino que como clase tampoco lo tiene porque siente que esa movilidad ascendente que fue el motor de su construcción ya no es posible: hoy están peor que sus padres y sus hijos, peor que ellos. Sin embargo, ese imaginario es tan fuerte que hasta el 70% de la población se percibe de clase media, aunque solo el 45% realmente lo es", asegura el profesor.
Moiguer afirma además que “ la clase media tenía dos bienes históricos a adquirir: la casa y el vehículo”. "Pero como se cotizan en dólares se vuelven cada vez más difíciles de lograr. Lo mismo pasa con el turismo: otra aspiración era hacer un viaje, que también presenta cada vez más dificultades de acceso. Otro de los impactos es sobre la salud, cuyo costo de atención no deja de aumentar, y la educación: la necesidad de regresar a la educación pública implica un sentimiento muy grande de frustración, de enojo y de sentir que la situación no tiene salida".
Por su parte Elsa Costanzo, jefa de Psiquiatría de Fleni, asegura que la crisis no es sólo económica sino también social y que eso tiene consecuencias sobre la salud y el estado mental. "Los sujetos inmersos en esta crisis sufrimos incertidumbre, angustias, tristezas, preocupaciones, cansancio, hartazgo, bronca, desesperanza, decepción, ansiedad, miedo, abatimiento".
La jefa de psiquiatría de Fleni explica que especialmente entre las personas de clase media, lo peor de la crisis se refleja en el padecimiento que origina el tener que reducir los gastos y consumos habituales. "Estas limitaciones económicas tienen consecuencias sobre la calidad y el estilo de vida y generan mucho malestar. Ni el psiquiatra ni el psicólogo pueden ser ajenos a estas preocupaciones, que se reflejan en síntomas como ansiedad, depresión, ataque de pánico, sensación de agobio, de miedo, de no poder respirar".
El profesor Moiguer dice además que después de la pandemia se ha incrementado un fenómeno que ya existía antes del Covid-19: la crisis de representatividad de la democracia. "El funcionamiento de las instituciones democráticas tal como las conocemos ya no representa las necesidades de la gente que ya no confía en el mañana, vive el presente y esto hace que la clase media, que no tiene nada para hacer ni resto para ahorrar, consuma en forma desbocada lo que no es que estemos mejor. La inflación termina de desmembrar todo: peso que tenemos, peso que gastamos y mañana, mañana se verá…".
Info: I.P - G.N –redacción