MIRAMAR : VECINOS PROTESTAN POR EL MAL SERVICIO QUE PRESTA Edea. Estuvieron casi todo el día sin luz.
Los vecinos del barrio las Lomas afirman que Edea presta un servicio más que deficiente en el lugar. Ayer estuvieron casi todo el día sin luz.
Cuando el de arriba pierde la decencia, el de abajo pierde la vergüenza, dice un conocido refrán popular. Eso fue lo que pasó el viernes por la noche cuando un grupo de vecinos del barrio Las Lomas, cansado de estar todo el día sin luz –cosa que viene repitiéndose desde hace varios días-, decidió cortar una de las calles que dan a la rotonda ubicada en la intersección de las calles 9 y 40.
Como era de esperar los directivos de Edea y las autoridades municipales con el intendente Sebastián Ianantuony a la cabeza fueron el blanco de las críticas de los indignados vecinos, cansados no solo de los continuos cortes eléctricos que duran varias horas, sino de lo que entienden es el abandono de parte del Ejecutivo local que hasta el momento parece haber hecho oídos sordos a sus principales reclamos, entre ellos el de seguridad.
Alrededor de las 8 de la mañana ocurrió el primer corte del día, el que se sumó a los que vienen ocurriendo continuamente desde el domingo pasado. Tras una larga hora de espera, la luz volvió al barrio, pero solo por un tiempo, ya que al poco tiempo se volvió a cortar, para luego volver y cortarse nuevamente en varias oportunidades, hasta que finalmente alrededor de las 15 horas se cortó y no volvió hasta alrededor de las 21 horas.
Así las cosas el malhumor de los vecinos y su desesperación ante la posibilidad de pasar la noche a oscuras –tampoco había luz en las calles del barrio- fue creciendo sin parar, más allá de los reclamos que realizaban a Edea, cosa que algunos lograban y otros no, debido a que el sistema previsto por la empresa para esto no dejaba cargar el reclamo en algunos casos.
El corte
Al caer la tarde y en medio de una desapacible jornada de lluvia y viento, los vecinos empezaron a convocarse a través de las redes sociales con la intención de hacer visible su reclamo y lograr la presencia de alguna autoridad de Edea o del municipio que diera respuesta. Una vez más, eso no ocurrió.
No solo ninguna autoridad municipal se presentó en el lugar, sino que al poco tiempo de comenzar el corte y cuando en la circulación vehicular era más que complicada, la policía se retiró del lugar, para luego hacer lo propio buena parte del personal de Tránsito municipal que estaba apostado en la rotonda ordenando el tránsito afectado por el corte de una de las calles. Sólo quedaron dos de ellos, pero no en el lugar del corte, sino a unos cien metros del mismo, desviando una de las arterias que llegan a la rotonda , más precisamente a pocos metros de un conocido corralón de materiales de la ciudad.
Los uniformados de la comuna mostraban su preocupación por el corte, pero indicaron que "al no contar con apoyo policial se les ordenó retirarse del lugar".
Llama la atención que habiendo una comisaría a escasos metros del lugar de la protesta se haya decidido en primer lugar retirar al personal policial dejando el corte librado a su suerte.
Lo cierto es que solo la predisposición de los manifestantes -que no cortaron toda la rotonda- y la de los automovilistas que pasaban por el lugar - quienes hasta en algunos casos se interiorizaban y solidarizaban con el reclamo-, evitó que el problema pasara a mayores, como ocurre en muchos casos.
Los vecinos afirman que están “cansados no solo de los cortes de luz”, sino que además se “quemen los electrodomésticos “ . Aseguran también que cuando realizan los reclamos de rigor desde Edea, se les responde que “no fue un problema de la empresa”.
Quien también fue blanco de ácidas críticas fue el intendente municipal Sebastían Ianantuony, de quien los vecinos aún esperan una respuesta a sus pedidos de seguridad en el barrio.
Finalmente cerca de las 21 hs y luego de saber que la luz había regresado para quedarse, los vecinos comenzaron lentamente a desconcentrarse.
Lo ocurrido en esta oportunidad es una muestra más de la anomia general que reina en el tejido social argentino, habida cuenta que si para reclamar el propio derecho alguien debe pasar por encima del derecho del otro, algo está muy mal. Sin embargo, muchos entienden que –aún muy a su pesar- es la única forma que existe para lograr, quizá y solo quizá, algo de atención a sus preocupaciones cotidianas de parte de las autoridades que correspondan.
Info: D.R