EL 51,2% DE LOS ARGENTINOS ES POBRE O INDIGENTE.
El informe de la UCA señala que hay más de 18 millones de pobres en el país, cuatro de cada diez argentinos está bajo de la línea de la pobreza y uno de casa 10 es indigente. Sin planes los datos son aún peores.
El informe analiza el tercer trimestre de 2022 y determina que en un año la pobreza pasó de 42,4% a 43,1% y la indigencia de 9% a 8,1%. Con estos números hay que tener en cuenta dos cuestiones, un por lado la pobreza se mantuvo casi igual ya que “estadísticamente no es relevante el medio punto que creció la pobreza en 2022”, estima el titular del ODSA, Agustín Salvia y por otro, la indigencia marcó un descenso, pero se le atribuye al aumento de los planes sociales.
“Bajo el escenario de postpandemia, la recuperación económica, el aumento de la ocupación, la caída del desempleo y los refuerzos en la asistencia social lograron atenuar o incluso revertir la tendencia creciente de los indicadores de indigencia y pobreza”, explica el informe. ¿La razón? El aumento de los planes y programas públicos para los sectores más vulnerables, que destacan no es una política a largo plazo. “El financiamiento de los pobres es un modelo insostenible” afirman desde la entidad.
El conurbano bonaerense es la zona más afectada y entre ellos los chicos hasta los 17 años son los que muestran la peor situación.
Según estos datos el 61,6% de los niños es pobre en el país. En cuanto a la región, el 50,5% vive en el Conurbano bonaerense.
En cuanto a la indigencia el 13,1% de los niños vive en estas condiciones, seguido por las personas de 18 a 29 años (7,4%) y los mayores de 60 años (6,8%).
La UCA realizó además una medición de la pobreza y los planes de asistencia del Estado que crecieron en este tiempo. Se implementaron mecanismos compensatorios como IFE, bonos extraordinarios a AUH y Tarjeta Alimentar y refuerzos en la entrega de viandas y bolsones de alimentos.
La cobertura de los programas sociales es superior a la existente en la prepandemia. Específicamente, en el año 2022 “se incrementa -en términos interanuales- la proporción de hogares perceptores de transferencias monetarias o asistencia alimentaria directa”.
Así en 2022, sin planes sociales la pobreza llega al 51,1% de las personas y el 40,4% de los hogares tiene cobertura de algún tipo. Los números muestran el papel creciente de la asistencia social en la capacidad económica de los hogares. Cabe destacar que esa ayuda a los hogares pasó en 24,4% en 2010 a sus actuales 40,4%. Casi se duplico en 12 años.