CUÁLES SERÁN LAS FUNCIONES DE STURZENEGGER EN EL GOBIERNO DE MILEI

El expresidente del Banco Central sabe está más cerca de ocupar un cargo en el Gobierno de Javier Milei, si se aprueba la Ley Bases ll .

CUÁLES SERÁN LAS FUNCIONES DE STURZENEGGER EN EL GOBIERNO DE MILEI
Sturzenegger cada vez más cerca de ocupar un sillón en el Ejecutivo nacional.

Privatizar. Aplicar la reforma laboral. Instrumentar el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Instrumentar todas las reformas que se incluyan las facultades que se le deleguen al Poder Ejecutivo incluyendo reformas en la administración pública nacional, y modificaciones, cierres y fusiones de organismos públicos; bajo el amparo de la emergencia administrativa. En términos de supervisión sobre su avance, reglamentación y aplicación, también avanzar con los capítulos de moratorias previsional e impositiva, blanqueo de capitales, reformas del monotributo y autónomo y los cambios en Ganancias y Bienes Personales. 
Este será el contenido del ministerio que Javier Milei tiene en mente crear especialmente diseñado para Federico Sturzenegger, quien con estas tareas terminaría desembarcando en el Gobierno de Javier Milei pocos días después de una eventual aprobación en el Congreso Nacional de la Ley Bases dos y su primo hermano el Paquete Fiscal. El expresidente del Banco Central ya sabe que tendrá en su cartera, aún sin nombre, la ejecución del proyecto de ley más importante de toda la primera gestión del libertario; y que dependerá de él (y nadie más que él) la responsabilidad que las reformas que se incluyen en ambos paquetes de reformas vean la realidad. Y se ejecuten. Obviamente será en compañía de otros ministerios y dependencias, como el de Economía, Capital Humano, Interior, Justicia, Defensa, Relaciones Exteriores; secretarías de peso como la de Infraestructura, Trabajo, Comercio y un puñado importante de organismos descentralizados.
Su tarea será apurar las reglamentaciones que dependen del Ejecutivo, obviamente luego de su aprobación, e implementar un organigrama estricto para que las dependencias de todos ministerios, secretarías y reparticiones varias, ejecuten las reformas según lo establecido por la cartera que manejaría Sturzenegger. Y que, además, la aplicación del contenido de Bases no sufra modificaciones en el momento de llevar la ley a la vida real.
En principio habrá dos terrenos donde el economista deberá embarrarse: las privatizaciones y la reforma del Estado; dos faros que para Milei son su impronta personal que quiere dejar en la historia de su gestión. En el primer caso, y dependiendo del listado final que quede de las negociaciones que en estas horas los emisarios del Presidente están sosteniendo en la Cámara Alta (incluyendo la vicepresidenta Victoria Villarruel), Sturzenegger tendrá que hacer las veces de redactor e impulsor de los procesos licitatorios y de concesiones de las sociedades que se abrirán o a la venta tota o a la autorización temporal y parcial de explotación de capitales privados. Según lo que se discute en el Senado, y si se aprobara Bases II, su ministerio debería impulsar los proceso de privatización y concesión de AySA; ENARSA, Intercargo, Belgrano Cargas; Ferrocarriles (SOFSE) y Corredores Viales.
También de la Televisión Pública si finalmente (como quiere el radicalismo y algunos legisladores patagónicos) Radio Nacional queda fuera del listado. Tendrá también bajo su dominio las operaciones de ingreso del capital privado de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio y Pellegrini, el fondo de inversión del Banco Nación que quedó bajo potencial privatización pese a que la entidad financiera madre fue retirada a pedido de algunos gobernadores del PRO y del radicalismo dialoguista. En cuanto a la reforma del Estado y las modificaciones en la administración pública nacional, Sturzenegger deberá instrumentar en cada ministerio las fusiones y eliminaciones de reparticiones, con el objetivo explícito de cumplir con la máxima que el propio Milei le impuso a su gestión: que en tres años y medio, cuando termine su mandato, el Estado Nacional tenga una reducción de entre el 30 y el 40%. No sólo en fondos de financiamiento y ajuste fiscal, sino también en reparticiones consideradas “innecesarias para su gestión”.

Info: C.B