ARGENTINA QUEDO EN LA MITAD DE LA TABLA EN EL RANKING DE TRANSPARENCIA

De 180 país quedó en el lugar 94. Chile y Uruguay –“el hermano menor al que hay que cuidar”, según el ministro Sergio Massa- fueron los mejores de América Latina. Venezuela el peor.

ARGENTINA QUEDO EN LA MITAD DE LA TABLA EN EL RANKING DE TRANSPARENCIA
Alberto Fernández, presidente.

La Argentina obtuvo una preocupante calificación en el ranking de Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por la organización Transparencia Internacional. El país quedó en el puesto 94 entre los 180 países evaluados, en una tabla donde el 100 significa una transparencia plena y el 0 un estado de corrupción absoluto, el país que dirige el presidente Alberto Fernández (FdT) solo logró 38 puntos, lo que supone una leve mejora de dos puestos con respecto al año 2021, pero fue debido a la caída de otras naciones.
Chile y Uruguay fueron los dos países que mejor consideración obtuvieron en el ranking de transparencia. Por otra parte, Venezuela, Haití y Nicaragua fueron los tres peor ubicados de América Latina.
Mientras que a nivel mundial, Dinamarca, con 90 puntos, Finlandia y Nueva Zelanda, ambos con 87, lideraron el podio de los países considerados más transparentes. En el otro extremo Somalía (12 puntos), Sudán del Sur (13) y Siria (13) fueron los peores ubicados en cuanto a corrupción.
El ranking también mencionó a Rusia y a Ucrania, donde, a pesar de la invasión comenzada en febrero del año pasado, las instituciones continuaron trabajando. “Los cleptócratas han acumulado fortunas inmensas prometiendo lealtad al presidente Vladimir Putin a cambio de obtener contratos lucrativos con el gobierno y de que se protejan sus intereses económicos”, indica el comunicado de Transparencia Internacional. Ambos países obtuvieron 28 y 33 puntos, respectivamente.
La presidenta de la organización, Delia Ferreira Rubio, se refirió a Latinoamérica indicando que se ve un “estancamiento y retroceso de la lucha anticorrupción en la región” que coincide con “un marcado deterioro de las instituciones democráticas, el ataque a la independencia de los jueces y el cuestionamiento a la prensa y en especial al periodismo de investigación”.