AFIP CONTROLA GASTOS CON TARJETA
Los bancos tienen que informar cuáles son los movimientos de las cuentas y las tarjetas de crédito de los usuarios a partir de un monto mínimo de consumo.
El uso de tarjeta de crédito de crédito para hacer consumos tanto en la moneda local como en dólares sigue en alza, especialmente mediante promociones, descuentos o cuotas efectuadas a través del comercio electrónico.
Según un reciente informe de Prisma Medios de Pago, entre junio y agosto continuó el crecimiento interanual en la cantidad de transacciones con tarjetas de crédito y débito. Las de crédito crecieron 10% y las de débito, un 23%.
Las compras con tarjeta de débito se mantuvieron por encima del 50% del volumen general de ese tipo de tarjetas por tercer trimestre consecutivo, mientras que los Planes Ahora continúan su tendencia de crecimiento en la participación del consumo con tarjeta de crédito.
En este contexto de crecimiento de las transacciones con tarjeta de crédito, los bancos deben informar los movimientos de las cuentas y las tarjetas de crédito de los usuarios a partir de un monto mínimo de consumo. El último monto fue dado a conocer recientemente por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
A través de la resolución, se elevó de $30.000 a $90.000 la cifra mínima para informar las acreditaciones, extracciones, saldos de las cuentas y los depósitos a plazo fijo.
Por otra parte, la fuerte suba de las tasas de interés que el Banco Central aplicó la semana pasada tendrá impacto en el bolsillo de los consumidores que tengan deudas con sus tarjetas. Que por alguna razón no puedan afrontar el pago total del vencimiento. Por primera vez en los últimos años, ese costo supera el 100% anual.
En promedio, el costo financiero total (CFT) para refinanciar el saldo de las tarjetas de crédito rondará el 105% anual. Es decir el doble de lo adeudado. Se trata de un costo que hace un mes se encontraba en el 86,8% anual promedio en los bancos líderes, lo cual ya era un número escandaloso.
Eso ocurrió por las sucesivas alzas de las tasas aplicadas por el Banco Central en las últimas dos semanas. La tasa nominal anual, que a principio de julio se ubicaba en el 57% anual, ahora saltó al 71,5% nominal anual.
De todas formas, hay que tener en cuenta una cuestión: la aceleración inflacionaria abre la posibilidad a que la inflación de este año se acerque -o incluso supere- el 90%, con lo cual el nuevo costo para refinanciar las tarjetas supera apenas por unos pocos puntos la proyección inflacionaria para este 2022.
El problema es que muy difícilmente los salarios mejoren en un porcentaje similar. Dicho de otra manera: es muy probable que los ingresos de los trabajadores queden por detrás de la inflación. Y más atrás, obviamente, que el costo para refinanciar las deudas.