LA MITAD DE LOS NIÑOS DE BARRIOS VULNERABLES ESTA MAL ALIMENTADO. Muchos no ingieren las cuatro comidas diarias.

la franja etaria con mayor índice de malnutrición es entre los 6 y los 10 años Y alcanza un 53,0%,

LA MITAD DE LOS NIÑOS DE BARRIOS VULNERABLES ESTA MAL ALIMENTADO. Muchos no ingieren las cuatro comidas diarias.
La mitad de los niños de los barrios vulnerables no está bien alimentado.

La situación alimenticia entre los niños y jóvenes que viven en los barrios populares del país es cada vez más grave. Un estudio médico realizado por los profesionales de la Universidad Popular del movimiento Barrios de Pie (una de las organizaciones sociales oficialistas), refleja que la “malnutrición global” es del 48,6%; un 4,5% más alto que en 2019.
Las alteraciones más frecuentes fueron el sobrepeso, detectado en el 20,9% de los casos; y la obesidad, en el 24,5%. Por otro lado, la baja talla, que suele ser producida por desnutrición crónica, alcanza el 6,7%, con un fuerte predominio en menores de 2 años (20,2%) y niños de 2 a 6 años (8,9%).
El estudio se realizó entre 38.622 niños  y adolescentes de barrios populares que asisten a espacios comunitarios en 16 provincias del país. Al mismo tiempo, el estudio  destaca que “la franja etaria con mayor índice de malnutrición es entre los 6 y los 10 años, que alcanza un 53,0% con obesidad tocando un pico de 29,9%, prácticamente 3 de cada 10 niños y niñas”. Según se indicó “ la última vez que se realizó este estudio fue en 2019, previo a la pandemia. En esa ocasión se detectó una malnutrición global del 44,1%, con un sobrepeso de 22,5% y obesidad del 19,6%. Se evidencia así un aumento marcado de la malnutrición con respecto a los datos previos a la pandemia”.
Ante esto  la secretaria adjunta de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y dirigente de Barrios de Pie, Norma Morales, indicó: “Uno de cada dos chicos de nuestros barrios tiene una pésima alimentación”. Asimismo, le pidió al ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Victoria Tolosa Paz, que “entregue los bolsones alimentarios que corresponden y que dentro de los mismos no haya miserias”. “Que agregue alimentos proteicos para que nuestros chicos se alimenten con la misma dignidad que el hijo de cualquier funcionario. Esta es una responsabilidad y obligación del Gobierno nacional”.

Angustia

El estudio sostiene que “los altos índices de malnutrición tienen relación directa con el tipo de alimentación de las familias de los barrios vulnerables, altas en hidratos de carbono complejos y grasas saturadas y baja en frutas, verduras y carnes magras.  Además, se detectaron altas tasas de inseguridad alimentaria, llegando casi a 1 de cada 4 familias en las que algún menor dejó de realizar alguna comida por falta de recursos”.
El médico Marcos Caviglia explicó  que “la malnutrición por exceso que vemos en nuestros barrios suele combinar sobrepeso u obesidad con carencia marcada de micronutrientes esenciales. En especial durante las etapas más tempranas de la vida, esto suele afectar el desarrollo neurológico y el crecimiento de los niños y niñas; pero además tiene impacto directo en la salud, significando una peor capacidad inmunológica del organismo facilitando la aparición de infecciones, la merma de la capacidad intelectual y de aprendizaje, problemas respiratorios, trastornos gastrointestinales y hepáticos, disminución de la capacidad de realizar actividad física y mayor riesgo de trastornos psíquicos como depresión o ansiedad”. El trabajo será enviado al presidente Alberto Fernández  también indica que “la inseguridad alimentaria” que viven las familias más postergadas es acuciante, a punto tal que  58% de los hogares se sirven porciones más chicas, cosa que produce “una situación de malnutrición” a lo que se suma que en el 87% de las familias se registra altos niveles de angustia debido a la posibilidad de no contar con alimentos  por falta de recursos. El informe asegura que toda esta situación “genera que los niños más humildes tengan menos posibilidades de desarrollarse y salir adelante, siendo un factor que impacta en la reproducción de la pobreza”.
El estudio reveló que solo el 17% de las familias comen carnes o huevo una vez al día como recomienda el Ministerio de Salud de la Nación. Es decir, que el 83% de las familias tienen un aporte proteico menor a lo necesario y que el 30% de las familias consumen estos alimentos solo una vez por semana o menos.
El consumo diario de verduras alcanza solo al 14% de las familias, mientras que el 44% las consume una vez a la semana o menos. Con las frutas sucede algo similar: solo en el 19% de los hogares se consume una vez por día, mientras que el 37% las consume 1 o menos veces a la semana.