CRECE RECLAMO POR FALTA DE SEGURIDAD EN MIRAMAR

Lejos de solucionarse, los problemas de seguridad en la ciudad crecen con el correr de las horas y la indignación de los vecinos corre como reguero de pólvora por toda la localidad. 
Sucede que los robos de bicicletas, motos y elementos de construcción ya son moneda corriente. A esto se suma el ingreso en algunas viviendas donde los ladrones se llevan lo que encuentran a su paso, o peor aún como ocurrió el 29 de enero pasado donde tres personas ingresaron a punta de pistola a una vivienda del barrio Las Lomas, y tras maniatar y encerrar en el baño a quienes estaban allí,  se lazaron con el dinero que había en el lugar. El colmo es que en el día de ayer, a la misma familia le robaron de su casa una moto. En este caso el vehículo fue recuperado, pero el delincuente escapó.
Como era de esperar las críticas a la Policía local y el Ejecutivo municipal llueven a baldes. Es que los vecinos no solo no obtienen respuesta alguna a sus reclamos, sino que no entienden algunas medidas que se toman, las que a todas luces parecen tener un objetivo más vinculado con las apariencias y su  efecto mediático que con la seguridad.
Un ejemplo de esto es la presencia de efectivos de la policía montados sobre sobre briosos corceles en la intersección de la calle 9 y 12, o transitando por la costanera.
Ante esto más de uno se pregunta si no sería más efectivo que dicha ronda policial se lleve a cabo por zonas menos transitadas, por caso la vera de algunos arroyos o barrios con ubicación rural y no en pleno centro.
La respuesta que algunos encuentran a estos interrogantes es que “en esos lugares alejados la presencia policial no se ve, no se nota, como en pleno centro, por lo que no tiene el mismo efecto mediático, cosa que, sabido es, se encuentra dentro de las preferencias del ministro de Seguridad, Sergio Berni, quien por el momento se encuentra alejado de los micrófonos  tras el escándalo con su propiedad en Bariloche.
Nadie da explicaciones al respecto.
Quien tampoco queda fuera de la crítica es el intendente Sebastián Ianantuony a quienes muchos responsabilizan ante la falta de medidas que ayuden a la seguridad en los distintos barrios, por caso mayor iluminación, mantenimiento de calles o desmalezamiento.
 Los cierto es que más allá del esfuerzo de los uniformados que recorren las calles de la localidad - muchas veces en vehículos casi destrozados los que serían objeto de una multa si pertenecieran a un particular-, la decisión de avanzar fuertemente en el control delito depende de las autoridades políticas de los distintos estamentos del Estado, las que por estas horas parecen estar ocupadas en otros temas.

D.R