DÓNDE ESTÁ ALBERTO?

Una economía descontrolada,  50 por ciento de pobreza,  situaciones de violencia en algunos comercios del conurbano y de varias ciudades del interior, algunos locales cierran sus puertas ante el temor de saqueos, precios por las nubes, amenaza de falta de combustible por las noches debido al reclamo de una Cámara  empresaria, y un descontento social que crece con el correr de las horas es la realidad que afecta al país por estas horas. Mientras todo esto ocurre el presidente Alberto Fernández  brilla por su ausencia. La vicepresidenta, como es costumbre cuando las paoas queman,  tomó el mismo camino.
Solo la inefable vocera presidencial, Gabriela Cerrutti, salió a la palestra no para dar información respecto o para indicar qué medidas tomaría el gobierno, sino para culpar a La Libertad Avanza  de los hechos de violencia que se suscitaron en distas zonas del país y negar en cierta forma los mismos. La vocera debería saber que la política esta para atenuar las tensiones de la sociedad, no para acrecentarlas. 
Sin embargo la jueza de turno de San Martín, Gabriela Persichini, confirmó que se inició una investigación por saqueos cometidos en un supermercado Día de la localidad bonaerense de José C. Paz.
 Además dijor que "hay cuatro detenidos, pero también muchos prófugos, por lo que hay una investigación profunda para identificarlos y ver cómo se iniciaron estos saqueos". "Me sorprende que nieguen el hecho, porque en el lugar está hasta el ministro Sergio Berni y el jefe de Policía (Daniel García) en José C. Paz, dijo  Persichini.
El gobierno parece no reponerse del revés que recibió el 13 de agosto pasado, donde su  principal apuesta, el ministro-candidato Sergio Massa, quedó en un cómodo tercer lugar, por lo que ya no sabe qué hacer no solo con la economía, a la cual el presidente le declaró la guerra hace un año y la cual viene  perdiendo sin solución de continuidad, sino con la agenda presidencial habida cuenta de la falta absoluta de poder  de Alberto Fernández, que se dedica a sumar millas o a realizar inauguraciones  que en nada cambian el panorama político actual.
Sabido es que la Argentina es un país hiperpresidencialista, por lo que la ausencia total del presidente en situaciones como las actuales es más que preocupante ya que deja directamente a la sociedad a la deriva, si bien es cierto que a estas alturas nadie espera nada sustancial del primer mandatario.

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