Supermercados chinos en retirada
Los comercios cierran otro año con ventas en caída y una rentabilidad inexistente por la suba de costos. Dólar y traba a las importaciones suman complicaciones
A pocos días de cumplir tres años con resultados negativos lo supermercados chinos comenzaron a cerrar sus puertas y migrar al interior y en algunos casos a países limítrofes como Chile o Bolivia.
Tras el cierre de más de 250 locales en el último año, los supermercadistas chinos demandan políticas que reactiven el consumo, la baja en la presión impositiva y una reducción en los incrementos que sufren por ejemplo en sus alquileres.
Aseguran que los aumentos mensuales de más del 8 por ciento los pone en muy mala situación respecto a la reunión que mantuvieron con funcionarios del gobierno para sumarse a los precios cuidados.
"Se nos hace imposible seguir si no hay un cambio urgente. Los empresarios chinos ya no pueden sostenerse más. Necesitamos un plan diferente, que se contenga el tipo de cambio, que se genere empleo genuino y que se baje la carga tributaria, la presión fiscal porque uno termina tributando más del 60 por ciento de lo que factura”, Yolanda Durán, presidenta de CEDEAPSA, la organización que integra a los comerciantes asiáticos.
"No es un tema de preferencias político partidarias, necesitamos que se controle la inflación, que se relaje la situación del dólar y los importados. Por ejemplo, en regalería estamos prácticamente sin stock en la mayoría de los supermercados. No están ingresando los productos. Por otra parte, los comerciantes chinos seguimos sin poder tener acceso al crédito. Para poder afrontar los gastos, sobre todo en estos tiempos de pandemia, a muchos no les quedó otra que vender la mercadería de sus locales a otros comercios", agregó.
Durán sostuvo que, hoy por hoy, "los comerciantes cuentan las monedas para pagar las cuentas, a duras penas pueden cumplir con los alquileres, que pasan el 50 por ciento.
Un supermercado "promedio" enfrenta hoy un alquiler mensual cercano a los 400.000 pesos. Las superficies más amplias abonan una cifra que puede alcanzar el millón de pesos y acuerdos en dólares con ajustes semestrales.
Duran señaló que “venimos con tres años en rojo en términos de ventas. Ya en la previa a la pandemia la caída en la comercialización era superior al 11 por ciento. Luego se complicó más por lo que muchos están cerrando y buscando otros lugares”.
Ante esta situación los comerciantes empezaron a emigrar en principio al interior de la provincia de Buenos Aires o a países limítrofes como forma de mantenerse en el negocio.