CORTINA DE HUMO: NO FUNCIONA EL SISTEMA VOLUNTARIO DE RENUNCIA A LOS SUBSIDIOS DEL PASAJE DE TRENES Y COLECTIVOS.

La iniciativa oficial lanzada como chicana contra las propuestas de La Libertad Avanza de recorte de subsidios, no puede ser puesta en marcha por cuestiones técnicas y legales . Renunció el presidente de Nación Servicios.

CORTINA DE HUMO:  NO FUNCIONA EL SISTEMA VOLUNTARIO DE RENUNCIA A LOS SUBSIDIOS DEL PASAJE DE TRENES Y COLECTIVOS.
nadie quiere hacerse cargo de un problema legal en el nuevo sistema.

 

 

 

Puesto en marcha a las apuradas la semana previa a las elecciones de octubre con el fin de atacar el recorte de la asistencia económica estatal que plantea el candidato opositor, Javier Milei; el esquema de renuncia voluntaria a los subsidios de colectivos y trenes de la región metropolitana del AMBA , aún no puede ponerse en marcha.
Sucede que por  las limitaciones técnicas del sistema centralizado de recaudación, una gran cantidad de líneas  no tienen aún reprogramadas sus máquinas boleteras y, por lo tanto, no están en condiciones de cobrar las tarifas plenas sin subsidios.
De esta forma quienes decidieron anotarse y pagar la tarifa plana ya que como se chicaneaba desde el gobierno “si  votas por quien quiere recortar estos subsidios, es lógico que pagues el boleto completo. Es una cuestión de conciencia” decían.
Sin embargo parece que los que no tienen conciencia de los proyectos que lanzan solo con fines políticos como la campaña del miedo respecto al valor del pasaje, son en definitiva algunos  funcionarios del gobierno.
Tan frágil es la situación que  fue Pablo Pernicone quien se alejó de la presidencia de Nación Servicios --que ocupaba desde septiembre del año pasado-- por las fallas operativas del sistema SUBE y la falta de sustento legal de las tarifas plenas sin subsidios que puso en vigencia el Gobierno nacional unos días antes de las elecciones de 22 de octubre.
Nación Servicios es la empresa que, desde el nacimiento del SUBE, está a cargo del desarrollo tecnológico y administración del sistema informático y el mecanismo de recaudación y acreditación de fondos a las líneas de colectivos.
Tras la salida de Pernicone, el timón de Nación Servicios quedó en manos del vicepresidente, Carlos Vittor, el actual Subsecretario de Política Económica y Financiera de Transporte y hombre de extrema confianza del ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UP) Sergio Massa.
A casi un mes de haberlo implementado de manera oficial, el cobro de las tarifas sin subsidios para los que optaron por pagar los boletos plenos arrastra una seria complicación operativa debido a que un elevado número de líneas que prestan servicios en el Conurbano todavía no tienen cargadas en sus boletaras las nuevas tarifas por los problemas informáticos y las limitaciones técnicas que tiene el sistema SUBE.
Por más que los usuarios quieran pagar los boletos plenos, los choferes de esas líneas no pueden cobrarles las tarifas más caras, porque las máquinas no tienen la programación actualizada del SUBE.

De acuerdo con los datos oficiales, hasta el último fin de semana se habían anotado en registro de renuncia voluntaria a los subsidios un total de 2.040 usuarios que optaron por pagar las tarifas plenas de $700 en las líneas de colectivos y $1.100 en los trenes metropolitanos.
Tal es el descalabro que  las autoridades de Transporte tuvieron que corregir parcialmente la distorsión inicial que se había generado al aplicar una única tarifa plena de $700. Ya que en la práctica, eso implicaba que debía pagar lo mismo tanto un pasajero que recorría un trayecto de 6 cuadras en el centro porteño, como aquel que viajaba desde el Obelisco hasta La Plata o Pilar. De esa manera, las que salían más beneficiadas económicamente eran las empresas que tienen recorridos más cortos, como las 32 líneas que operan solamente dentro del territorio porteño y cuyos costos operativos son más bajos que las que prestan servicios entre el Gran Buenos Aires y la Capital Federal.
Desde la semana pasada, rigen dos valores tarifarios diferenciados para los que renunciaron a los subsidios. Uno que es de $300 para los viajes dentro de la Capital Federal y los partidos vecinos del Conurbano. Y otro que se mantiene en $700 para los trayectos de más de 37 kilómetros.
Mientras los técnicos oficiales buscan solucionar los problemas operativos del sistema SUBE, tres cámaras representativas de las líneas del AMBA volvieron a advertirle al ministerio de Transporte, Diego Giuliano que los nuevos boletos sin subsidios no tienen ningún respaldo normativo.
Ante el riesgo de tener que enfrentar futuras demandas legales por estar cobrando algo que no está autorizado; la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA) y la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (Cetuba) reclamaron a Giuliano que regularice la situación y se haga cargo del costo político de aprobar las nuevas tarifas sin subsidios, cosa que obviamente el gobierno no quiere hacer.