LAS FOTOS DE LA VERGÜENZA

Fuentes cercanas al ex presidente indican que éste dará a conocer su versión de los hechos mediante una entrevista que dio a un medio de prensa español y que dicha nota se conocerá en las próximas horas.

LAS FOTOS DE LA VERGÜENZA
Fabiola Yañez, ex primara dama.

Una vez más quedó demostrado que la palabra del ex presidente de Alberto Fernández tiene la misma validez que una moneda de madera. Primero fue la negación de la Fiesta de Olivos y ahora la golpiza a la primera dama cosa que Fernández se ocupó de negar según se dio a conocer.
Infobae obtuvo unas fotos de Fabiola Yañez con un golpe en su ojo y moretones en su brazo, dando cuenta así de la violencia de género de la que era objeto la ex primera dama .
Además de esto se conoció un video donde se ve al  ex presidente en su despacho charlando de forma por demás informal con una mujer mientras esta tomaba cerveza.
Así las cosas,  las  fotos y el  video lo que dejan en evidencia es la conducta de un presidente de la Nación cosa que  va mas allá de lo que podría calificarse como la “vida privada de una persona” para transformarse en una cuestión pública ya que sucedieron en la residencia de Olivos o peor aún en el despacho presidencial, es decir a metros del sillón de Rivadavia.
En ese lugar el mandamás de la república utilizaba su tiempo para entretenerse distenderse charlando con una mujer a la que le pedía que le diga "cosas lindas" para  luego salir a  dar lecciones de moral y civismo respecto a cuestiones de violencia de género y de “machos y hembras”.
Como señaló Periodismoya.com  si algo le faltaba al presidente para quedar absolutamente solo y que la totalidad del arco político vinculado al PJ/kirchnerismo le soltara la mano era este escándalo  con la ex primera dama y las visitas que recibía con fines que al parecer están más que alejados de la agenda presidencial.  
De no haber sido por estas cuestiones y si solo se hunbiera tratado del caso de los seguros,   quizá el kirchnerismo no lo hubiera entregado atado de  pies y manos como lo hicieron  ya que la corrupción dentro de dicho espacio es un tópico que parece no hacer mella, basta como ejemplo la situación de la ex vicepresidente Cristina Fernández, el ex vicepresidente Amado Bodeau,  el ex ministro De Vido  y sigue la lista.
Tan solo está Fernández y tan lejos quieren estar sus otrora aliados que las integrantes del  colectivo de actrices  no sabe qué decir por lo que se ve obligadas a mezclar peras con manzanas. Lo mismo sucede con el comunicado de La Cámpora donde colocan a CFK como víctima de su compañero de fórmula, cosa que nadie sabe por qué de ser cierta  no denunciaron en su momento, salvo que la verdadera intención  sea despegar a la ex vicepresidente de semejante piedra política en la que se convirtió el ex presidente.
Ademas del repudio que estas situaciones de violencia de género que ahora se conocen genera y a las que se deberá  juzgar con todo el rigor de la ley, no se debe olvidar que la hipocresía de Fernández y todo su entorno llegó a punto tal que no tuvieron empacho alguno en organizar una fiesta en Olivos en medio de la cuarentana más estricta, donde se brindaba con champagne mientras que afuera de la residencia oficial miles de personas no podían despedir los restos de sus familiares, se fundían, perdían sus empleos , rogaban por una vacuna o peor aún, morían.
La hipocresía de los funcionarios nacionales de ese entonces llego a tal punto que –como se sabe ahora- cuando Yañez pidió ayuda muchos le dieron la espalda poniendo por delante su puesto antes que la integridad de la ex primera dama.
Ríos de tinta se pueden escribir sobre estas y otras vergüenzas a la que los argentinos parece nos fuimos acostumbrando a lo largo del tiempo  y que fueron protagonizadas por  funcionarios que en muchos casos levantaban el dedo dando consejos o fustigaban a un abuelo al que trataban de amarrete.