UNA JUGADA MAESTRA O LA NECESIDAD TIENE CARA DE HEREJE ?
Como todos sabían, a pesar de que ahora muchos pongan cara de sorpresa, finalmente CFK anunció que será candidata a diputada por la tercera circunscripción electoral de caras a las elecciones del 7 de septiembre en PBA. De esta forma -y también como todos sabían iba a suceder - la ex presidente rompió su promesa de no exponer a su partido a las críticas por llevar como candidata a “una condenada” entre otras linduras, como si alguien más tuviera la culpa de las tropelías que durante su mandato se cometieron.
Así las cosas lo que propios y extraños se preguntan es qué pasó en estos años para que lo que se autodefenía como una suerte rencarnación de una “arquitecta egipcia” que daba cátedra ante los principales líderes mundiales de cómo manejar las riendas de un país, termine compitiendo por un escaño en la legislatura bonaerense, cosa que si bien no es menor, nada tiene que ver con la exposición y la presencia que la misma CFK proyecta de sí misma.
La respuesta para algunos es que “lo que pasó fue nada más ni nada menos que el avance de la causa judicial que la tiene a mal traer y que si bien en caso de quedar en firme tras la decisión de la Corte podría colocarla en un lugar de “mártir político” para sus acólitos más fanatizados , para ella sería lógicamente un trago muy duro de digerir”.
Para otros “ el tema no pasa solo por una cuestión judicial, sino por la necesidad que presenta CFK de estar siempre en el centro de la escena” . Tan es así que dentro del Pj alguno de sus detractores afirman que “con tal de ser la reina de la calesita, Cristina se anota para presidir una junta vecinal”.
Más allá de estos dimes y diretes, hay quienes afirman que la decisión de CFK de presentarse como candidata está ligada en un todo y sin lugar a dudas a su preocupación por la situación que hoy atraviesan lo que menos tienen.
Así , olvidan que la precandidata a una banca en la legislatura bonaerense, fue vicepresidente de un gobierno que dejó al país con más de 50 por ciento de pobres o indigentes, una inflación acumulada de casi el mil por ciento en cuatro años, planes de vivienda sin terminar y miles de personas manifestando a diario en pleno centro porteño por mejoras en su calidad de vida. Todo esto de la mano de su compañero de fórmula, Alberto Fernández, al cual, en un extraño caso electoral fue ella quien eligió. A esto se suma los años de la tan mentada década ganada, donde decenas de funcionarios kirchneristas fueron llevados a juicio y muchos condenados por sonados casos de corrupción. Claro está, todo bajo el paraguas de la defensa de los desposeídos y la movilidad social ascendente , cosa por la cual muchos esgrimen discursos progresistas pero bolsillos de oligarca para terminar con la pobreza; más precisamente la suya.
Nada que perder
Hay quienes afirman que la jugada de Cristina es “magistral” desde el punto de vista político personal, ya que por un lado elige la tercera circunscripción una de las más populosas y pobres de la provincia, donde la dependencia de los Barones del conurbano se siente con más fuerza. Por otro si llega a perder en dicho bastión- cosa poco probable- la culpa sería de Axel Kicillof, su otrora hijo putativo, por haber desdoblado las elecciones , en cambio si gana es todo crédito propio. Dicho en buen romance, CFK no tiene nada que perder, más allá de cierto orgullo en caso de no salir victoriosa en la fuente del Pj, pero en caso de ser así es un dato que pronto se encargarán de guardar en un arcón bajo siete llaves.
Por último no hay que dejar de mencionar el mal momento por el que atraviesa el peronismo kirchnerista en general y el bonaerense en particular a punto tal de tener que aceptar –en muchos casos a regañadientes- que su principal cuadro político se presente como candidata a un puesto de menor relevancia, so pena de entrar en una debacle que hasta pondría en jaque a dicha fuerza en las elecciones nacionales.
D.R