CADA VEZ ES MÁS CARO NO SER INDIGENTE. La Canasta Básica Alimentaria aumentó más que la inflación en 2022
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la CBT aumentó 100,3% en 2002, mientras que la CBA se encareció un 100,8%.
La Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marcan la línea de la pobreza y de la indigencia, respectivamente, stuvieron un alza anual de tres cifras superando así la inflación anual.
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la CBT aumentó 100,3% en 2002, mientras que la CBA se encareció un 100,8%, lo que significa más problemas para los que menos tienen. Además el organismo señaló que la primera de ellas se incrementó 4,5% en diciembre, respecto de noviembre, mientras que la segunda tuvo un alza del 5%.
De esta forma una familia tipo (de cuatro integrantes) necesitó en diciembre $152.515 para no ser pobre y $67.187 para no ser indigente.
El director del Observatorio de la Deuda Social, de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, dijo que si bien hubo una desaceleración en los últimos dos meses en el ritmo de aumento de ambas canastas, el saldo es altamente negativo en términos interanuales. “Pero es importante destacar que no se tradujo en un salto en la pobreza y la indigencia porque el alza de precios en alimentos y bienes y servicios básicos fue compensado por una mayor cantidad de autoexplotación familiar (changas) por parte de los hogares pobres informales, que es lo que ha hecho aumentar la tasa de actividad, bajar el desempleo y marcar un pseudoaumento de las tasas de empleo, de la mano del trabajo precario y de subsistencia. Por eso no vemos grandes saltos, pero tampoco grandes mejoras en cuanto a pobreza e indigencia”, analizó el especialista.
Santiago Casas, economista en la Fundación Libertad y Progreso, dijo que “ la caída de poder adquisitivo en 2022 del nivel general de salarios del sector privado no registrado fue de 12,47% “.
Respecto a lo que puede pasar en el primer semestre del año, Casas estimó que, “sin reformas monetarias y fiscales que permitan reducir la inflación, el valor de las canastas seguirá subiendo por encima de los salarios, afectando especialmente a los trabajadores informales de la economía y aumentando el número de pobres e indigentes”.