14 DE JULIO: DÍA NACIONAL DEL CINISMO . Hoy se cumplen 5 años de la “Fiesta de Olivos”.

Hoy se cumplen cinco años de la “Fiesta de Olivos”, momento que podría calificarse como “El Día Nacional del Cinismo”.
El hecho ocurrió mientras regía el Aislamiento Preventivo Social y Obligatorio (ASPO) por la pandemia del COVID-19 decretado por DNU que, entre otras cosas, prohibía estrictamente los encuentros sociales, determinado por el gobierno encabezado por el presidente Alberto Fernández.
Nada de eso impidió para que con motivo del cumpleaños 39 de la ex primera dama, Fabiola Yañez, se organizará en la residencia oficial de Olivos un glamoroso  festejo donde no faltó ni el champang ni la torta para la feliz cumpleañera.
Afuera, miles de personas cerraban sus comercios, se quedaban sin trabajo, no podían ver a sus nietos o sus hijos y en el peor de los casos morían en absoluta soledad.
Tras la vergonzante foto del evento miles fueron las explicaciones que se dieron ya sea desde el propio gobierno como de periodistas siempre prestos a brindar una ingeniosa excusa   como la que indicaba que “por la posición en la que está en la foto se notaba que Alberto solo pasó unos segundos por el lugar” , dando pié a que la indignación general creciera con el correr de las horas.

“Mi querida Fabiola”

En un discurso oficial pocos días después de conocerse el hecho el ex presidente pidió perdón indicando que: “Mi querida Fabiola convocó a una reunión, a un brindis, que no debió haberse hecho. Me doy cuenta que no debió haberse hecho y lamento que haya ocurrido”., cargando así las tientas sobre su pareja, quien tiempo después dijo que la fiesta la autorizó  el ex presidente quien hasta mandó a comprar una torta.
Finalmente y tras la judicialización del caso que conmovió a todo el país, la fiscalía a cargo de Fernando Domínguez acordó con  Fernández  y  Yáñez un resarcimiento económico 3 millones de pesos: 1.6 correspondientes a Alberto y 1.4 a Fabiola, que fue homologado por el juez Mirabelli , cerrándose así  la peor humillación al pueblo argentino de la que se tenga memoria.
No ha que olvidar que mientras el ex presidente y Fabiola Yañez descorchaban champagne, en la residencia presidencial de Olivos durante la vigencia del ASPO , el gobierno amenazaba a un surfista, prohibía a una señora que tome sol en una plaza  y destrataba  a todo aquel que rompiera la cuarentana que el mismo presidente instaló y que poco tiempo después junto a su mujer y un grupo de amigos rompió sin más.
A esto hay que agregar  el vacunatorio Vip,  al que funcionarios y parientes acudían saltándose la fila  en busca de la tan ansiada vacuna antes que el resto de los mortales sin importar su condición de salud, sino su rango y en todo caso sus conexiones  como ocurrió con  los suegros y padres del ex ministro de Economía Sergio Massa y de algún que otro periodista quien afirmó haber llamado a “su amigo Gines”.
Mientras esto ocurría, a Pablo Musse  no lo dejaron llegar a ver a su hija enferma de cáncer terminal,  un padre  cruzó en brazos de una provincia a otra a su pequeña y un  joven   murió ahogado al intentar cruzar un río a nado para llegar a su hogar.
Este fue el accionar de quienes sin ponerse colorado afirmaban junto a sus acólitos, muchas veces rentados, que “La Patria es el otro”.

D.R