SOLO 2 DE CADA 10 NIÑOS CONSUME UNA ALIMENTACIÓN ADECUADA CADA DIA
La mala alimentación afecta más aún a los sectores más pobres, pero también incide en las familias de mayor poder adquisitivo.
Según afirman desde el organismo estos resultados eran esperados ya que “se venía monitoreando un índice de inseguridad alimentaria que marca una situación muy severa que e impacta en los niños y, en particular, en que los padres reconocen que no tienen suficiente dinero para garantizar una alimentación y que los chicos experimentan situaciones de hambre”
“ Ese 15 por ciento de este grupo etario con problemas de alimentación coincide con la indigencia infantil, con lo cual era esperable que nos encontráramos con chicos que tenían muchos déficits de nutrientes esenciales”, enfatizó la socióloga Ianina Tuñón, quien es una de las investigadora principales que realizaron el informe sobre la alimentación de Niños, Niñas y Adolescentes (NNyA) que se desprende de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) 2021, un trabajo conjunto entre el Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) y el Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), en el marco del Proyecto PISAC-COVID-19 de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación.
El estudio señala que solo el 5 % de los niños consumen de manera simultánea alimentos recomendados por las Guías Alimentarias (GAPA), mientras que el 57% tiene una alimentación de calidad media, en la que alguno o varios de los grupos de alimentos protectores o saludables se consumen en cantidades inferiores a las recomendadas. Cuando alguno de esos grupos de alimentos -verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, lácteos, carnes- registran bajas frecuencias de consumo la alimentación pierde calidad, variedad o ambas cosas a la vez.
Los datos del informe se dan en un contexto donde la pobreza infantil afectó al 50,9% de la población en el primer semestre de 2022, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que publica INDEC. Esto significa que alrededor de 5,5 millones de niños menores están la pobreza y 1,3 millones son afectados por la indigencia.
Los especialistas afirman que “la mala alimentación o la falta de vitaminas en los primeros tres años de vida de un menor son cruciales para su desarrollo intelectual”. Es importante esta primera etapa porque es la más sensible en términos de alimentación y desarrollo neuronal de un niño. Ahí es donde la malnutrición o la desnutrición infantil puede tener realmente consecuencias de difícil reversión del desarrollo cognitivo. En el resto de las etapas, la alimentación es fuente de energía para desarrollar muchas cosas e incidirá en su voluntad y energía de poder aprender”.
“Hoy tenemos que 4 de cada 10 niños en Argentina tienen problema de sobrepeso y hay una fuerte concentración de este problema en los estratos más bajos. Con lo cual los consumos alimentarios obviamente no son los únicos determinantes de obesidad y sobrepeso, pero sí son un componente relevante.
