Poco tiempo para presentar soluciones
Batakis deberá promover rápidamente cierta baja en la inflación, renegociar la deuda con el Club de París, avanzar con las nuevas tarifas de luz y gas, si quiere contar con un futuro auspicioso en un gabinete deshojado.
La ministra Silvina Batakis deberá avanzar rápidamente en una serie de medidas que tranquilicen las aguas, no solo en los mercados, sino también en gran parte de la sociedad que ve cómo sus ingresos se licuan cada día con una canasta básica que superá los $ 100 mil y una inflación para junio con números otra vez alarmantes.
Además deberá reprogramar su agenda para viajar a la capital francesa en momentos en que los vencimientos de la deuda con los Estados europeos se aproximan y se requiere de una nueva negociación para reprogramar los pagos.
El encuentro con la organización de acreedores estaba previsto para el próximo miércoles 6 de julio, con el objetivo de obtener una modificación de las metas para el segundo trimestre y renegociar nuevas condiciones de tasas de interés y plazos.
La urgencia por controlar el proceso inflacionario se convertirá en el tema más sensible para la ministra, quien deberá manejar con cuidado la actualización tarifaria a partir del recorte de los subsidios al consumo de luz y gas.
Al mismo tiempo, no podrá descuidar algunas cuestiones macroeconómicas, como la renegociación de la deuda en pesos que va venciendo y sobre la cual es preciso reprogramar los plazos, para lo cual deberá coordinar con el Banco Central el manejo de la tasa de interés y la asistencia financiera al Tesoro.
A Batakis también le espera la revisión de las metas cuantitativas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dentro del actual programa de Facilidades Ampliadas, que le permita al país acceder a otro tramo de financiación con fondos frescos y para reforzar el sistema de reservas.
Las negociaciones con el FMI comenzarán antes de fin de mes, aunque el organismo le dio al Gobierno argentino un margen de maniobra más amplio para que el cumplimiento de las metas fiscales pueda administrarse a lo largo del año siempre que a fin de 2022 el déficit sea del 2,5% del PBI.