LAS PRINCIPALES REFORMAS QUE IMPULSÓ EL PAPA FRANCISCO DURANTE SU PONTIFICADO
Muchas de sus iniciativas levantaron serios reclamos desde distintos sectores de la iglesia.

El papa Francisco impulsó una serie de reformas en la Iglesia Católica destinadas a transformar la estructura del Vaticano, la gestión financiera y el papel de la mujer en la institución.
Entre ellas se dstacan:
Una nueva Curia
La reforma de la Curia Romana, plasmada en la constitución apostólica Praedicate Evangelium, promulgada en 2022 fue una de las medidas más trascendentes y estuvo destinada a la reorganización de la Iglesia para que sea menos burocrática.
Francisco insistía en que la Curia no debe ser un órgano de poder, sino de servicio. Esta transformación generó resistencias entre algunos sectores eclesiásticos que vieron en estos cambios una “desviación de la tradición”.
Tolerancia cero ante los abusos
Francisco endureció las normas con la publicación de “Vos estis lux mundi” (2019), que obligó a obispos y superiores religiosos a denunciar casos de abuso, y brindó protección a los denunciantes.
Además creó una comisión de consulta para la protección de menores, integrada en la Curia, y organizó una cumbre en 2019 que llevó a la supresión del secreto pontificio en casos de abusos sexuales del clero y a la obligación de los religiosos de reportar casos a su jerarquía.
Bendiciones a parejas homosexuales
La sugerencia de Francisco de permitir bendiciones a parejas del mismo sexo desató una fuerte reacción en los sectores conservadores de la Iglesia. “Una bendición es la búsqueda de las personas para estar en presencia de Dios, pero nunca debe ser confundida con el sacramento del matrimonio”, aclaró el pontífice en una carta. Sin embargo, figuras como los cardenales Raymond Burke y Joseph Strickland expresaron su rechazo a cualquier flexibilización en este tema.
Burke, en una entrevista, calificó las relaciones homosexuales como “pecaminosas y contranaturales” y sostuvo que “es imposible encontrar elementos positivos en un acto malo”. Strickland, por su parte, aseguró que cualquier bendición de parejas del mismo sexo constituiría “un ataque al Sagrado Depósito de la Fe”. Ambos prelados hicieron públicas sus objeciones a través de documentos oficiales dirigidos al Papa, conocidos como “dubia”, en los que cuestionaron su postura.
Sacramentos y aborto
Otro eje de debate ha sido la postura del Papa sobre los divorciados que se han vuelto a casar. Según la doctrina tradicional, quienes contraen matrimonio civil tras un divorcio no pueden recibir los sacramentos, ya que el matrimonio es considerado indisoluble, salvo que la Iglesia lo anule.
Francisco planteó la posibilidad de una mayor apertura, lo que fue rechazado por el mencionado Burke y otros conservadores. “El pilar de la Iglesia es el matrimonio. Si no enseñamos y vivimos bien esa verdad, estamos perdidos”, afirmó el cardenal.
En cuanto al aborto, Francisco ha reiterado su postura de que “es un homicidio”, pero dio pasos para flexibilizar la relación de la Iglesia con quienes lo han practicado.
Uno de los cambios más significativos fue permitir que cualquier sacerdote pueda otorgar la absolución sacramental a quienes han abortado, un privilegio que antes estaba restringido a los obispos. Esta medida buscó facilitar el retorno de fieles que se alejaron por la postura tradicional de la Iglesia en este tema.
Transparencia económica
Francisco promovió la transparencia en las finanzas vaticanas, un área históricamente opaca. Así fue como impulsó una auditoría del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido popularmente como Banco Vaticano, y reforzó el control sobre inversiones y licitaciones. En 2014, creó un Secretariado para la Economía y aplicó un marco de inversiones y medidas anticorrupción. Como parte de estas reformas, cerró 5.000 cuentas bancarias sospechosas en el Vaticano.
El rol de las mujeres dentro del Vaticano
Gracias a la reforma de la Curia, los laicos pueden ser jefes de Dicasterios en el Vaticano, como el de la Comunicación y la Secretaría de la Economía, hoy dirigidos por dos laicos, el periodista Paolo Ruffini y el economista español Máximo Caballero Ledo, respectivamente. Y, por primera vez, las mujeres tuvieron la posibilidad de dirigir algunas de las estructuras de la Santa Sede. Es el caso, entre ellas, de la religiosa italiana Alessandra Smerilli, secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; y de la teóloga argentina Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina. Entre las mujeres laicas que ocupan altos cargos en el Vaticano también se encuentran Barbara Jatta, la primera mujer directora de los Museos Vaticanos; y Cristiane Murray, subdirectora de la Oficina de Prensa del Vaticano. Ambas fueron designadas por Francisco.
Reforma de los procesos de nulidad matrimonial
Francisco enfatizó en la necesidad de simplificar y agilizar los procesos de nulidad matrimonial para hacerlos más accesibles a los fieles que buscan claridad sobre la validez de sus matrimonios.
En enero de 2025, durante la inauguración del año judicial del Tribunal de la Rota Romana, el pontífice recordó que su reforma de 2015, plasmada en los Motu Proprio Mitis Iudex Dominus Iesus y Mitis et Misericors Iesus, permitió a los obispos diocesanos actuar como jueces en casos evidentes de nulidad y promovió la gratuidad de los procedimientos.
Francisco subrayó que la preocupación por la salvación de las almas debe guiar la aplicación de estas reformas e instó a que los procesos sean lo más rápidos y accesibles posible.
Diplomacia
Francisco priorizó las regiones marginadas en su diplomacia, visitando países de Europa del Este y África en lugar de los tradicionales feudos católicos occidentales. Ha defendido el multilateralismo y denunciado la industria armamentística, al tiempo que impulsó el diálogo interreligioso, destacándose en esta línea su histórica visita a Irak en 2021 y su acercamiento al islam.
El Papa también contribuyó en 2014 a un acuerdo histórico entre Cuba y Estados Unidos, mediando en la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambos países. Asimismo, en 2018, firmó un pacto con China sobre el nombramiento de obispos, aunque el control del Partido Comunista sigue limitando la autonomía de la Iglesia en el país asiático.
Sin embargo, su diplomacia ha encontrado obstáculos en la guerra en Ucrania. A pesar de múltiples llamados a la paz, el conflicto ha debilitado su relación con la Iglesia ortodoxa rusa, liderada por el patriarca Kirill, quien respalda la postura de Moscú.
Info: G.C - redacción