DESDE 2008 SE DICTARON 410 SENTENCIAS POR TRATA DE PERSONAS CON FINES DE EXPLTACIÓN SEXUAL
Advierten el incremento de la explotación sexual en entornos digitales como una nueva modalidad del delito.
El relevamiento fue realizado por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, que actualiza de manera periódica el registro de las causas desde la sanción de la ley N°26.364, de "Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas". Advierten sobre el incremento de la explotación sexual en entonos digitales, como una de las nuevas modalidades del delito.
Desde la sanción de la Ley N° 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, reformada en 2012 por la Ley N° 26.842, en Argentina se dictaron hasta hoy 410 sentencias condenatorias por el delito de explotación sexual de mujeres, niñas, niños y adolescentes. En el último año, fueron 35.
Estas cifras se desprenden de las estadísticas elaboradas por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), a cargo de Alejandra Mángano y Marcelo Colombo, en el marco del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niños y Niñas.
El relevamiento de la oficina especializada indica que, en el caso específico de la explotación sexual, desde 2008 se individualizaron 814 personas condenadas por este delito.
Más del 80% son de nacionalidad argentina y, en relación al género, el perfil predominante entre los condenados es el masculino.
En ese mismo período, se identificaron 1.715 víctimas de trata con fines de explotación sexual. La gran mayoría son mujeres y cerca al 9% corresponde a niños y adolescentes (NyA) al momento de los hechos.
Nuevas formas de captación y explotación
En este contexto, desde la PROTEX advirtieron acerca de las nuevas formas de captación y explotación que complejizan el abordaje del delito. Entre ellas, el reclutamiento de personas como “correos humanos” para el transporte de sustancias estupefacientes; la explotación reproductiva mediante subrogación de vientre con fines comerciales, donde mujeres en situación de vulnerabilidad son utilizadas en circuitos transnacionales; y la explotación sexual facilitada por plataformas virtuales, que operan de forma anónima, profesionalizada y con uso intensivo de tecnologías digitales y criptoactivos.
“Estas prácticas, potenciadas por el entorno digital, presentan desafíos inéditos para la detección temprana y el seguimiento judicial. Frente a este escenario, desde la procuraduría y el sistema de justicia se trabaja de manera articulada para investigar, sancionar y prevenir estas formas de trata, en coordinación con organismos nacionales e internacionales y a través de campañas de sensibilización que promueven y protegen los derechos humanos”, se indicó oficialmente.