VERDADES A MEDIAS
Un ejemplo de esta situación ocurrió en el acto que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof llevó adelante en la sede de la Universidad Nacional de General San Martín (Unsam) donde rodeado de algunos intendentes que apoyan su gestión, afirmó que "El parate que está haciendo el gobierno nacional en la obra pública, en educación, salud, vialidad, infraestructura social básica, es una decisión criminal, porque son hospitales y escuelas que no se abren, rutas que están en mal estado. Basta Milei de ocasionarle este daño al pueblo argentino".
Además el mandamás provincial no dudó en afirmar que la decisión de suspender la obra pública de parte del presidente MIlei “Es una decisión criminal, basta Milei de ocasionarle este daño al pueblo argentino".
Kicillof afirmó también que el plan del gobierno nacional “es un discurso de un sufrimiento necesario que fracasó mil veces" y sostuvo que "Milei no tiene nada de novedoso". "No está inspirado por sus perros ni por los economistas que representan sus nombres. Es el plan de ajuste ortodoxo convencional que se aplicó mil veces en Argentina y fue una verdadera estafa".
Todo hay que decirlo
Es verdad que la obra pública en el país está paralizada más allá de algunas acciones puntuales aprobadas oficialmente como el sistema de Provisión de agua potable para la comuna de Tapia, en Tucumán o la conservación de la ruta nacional Nº 11, en el tramo Rosario –Santa Fe, o la construcción de una subcentral de incendios en El Chaltén, por nombrar algunas obras que en rigor no demandan montos muy elevados.
También es cierto que la paralización de la obra pública genera sin lugar a dudas la pérdida de puestos de trabajo y de movimiento económico ; pero también lo es que era necesario poner un freno y analizar las obras encomendadas, las licitaciones realizadas y el cumplimiento de las mismas, ante lo que parece haber sido un festival de corrupción durante la denominada década ganada y el último gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Así, el gobernador olvidó mencionar por caso que la jefa del partido al cual él pertenece está condenada por defraudación a la administración pública y que más de una decena de sus funcionarios fueron procesados o tienen condena por hechos de corrupción.
Quizás ante la magnitud de problemas que debe atender a diario, el gobernador olvidó también mencionar una situación que puede resultarle poco importante en dicho contexto, como es el Plan Nacional de Viviendas Barrio el Corralón, de Miramar, el cual debió ser entregado en noviembre del 2023, es decir, durante la gestión de Alberto, Cristina y Massa, sin embargo esas obras fueron paralizadas a mitad de dicho año.
En este caso la falta de entrega de viviendas, de informes sobre los motivos de dicha paralización, y hasta de dónde están algunos materiales entregados, al parecer no son actos criminales para el jefe del Ejecutivo provincial. Será quizá porque el hecho haya ocurrido durante el gobierno de la fuerza política a la cual pertenece?
Ni que hablar del plan denominado 25 Viviendas Barrio Aeroparque en la misma localidad lanzado por el 2 de enero del 2023 con fecha de finalización según reza el cartel colocado en el lugar, a los 365 días, es decir, el 2 de enero de 2024, algo así como 22 días después del comienzo de la gestión de Javier MIlei.
En el predio donde se levantó ese barrio, no solo hay viviendas a medio construir en total abandono, sino que además de las 25 anunciadas solo se levantaron 23.
Otro caso a destacar fue la promesa del presidente Alberto Fernández vinculada al envío de fondos para la construcción de la cancha de hockey local, de esto no hay noticia alguna.
El gobernador tampoco mencionó que todos los bonaerenses, aún aquellos que no pueden poner un plato de comida en su mesa cada día deben hacer frente a un juicio por u$s 124,8 millones que se deben pagar a dos fondos buitres que no adhirieron a la restructuración que el jefe provincial hizo al asumir en 2020.
La paja en el ojo ….
Sin lugar a dudas mucho hay para reprocharle al presidente Milei.
Sus formas y algunas de sus decisiones hacen ruido y generan más problemas que soluciones para miles de ciudadanos y está bien remarcarlo; lo que no está bien es mirar para otro lado, pretender que la provincia de Buenos Aires, la más rica y desigual del país, cayó en estado calamitoso a partir del 10 diciembre del 2023 o peor aún, que quienes llevan las riendas de la misma no son responsables de nada de lo que ocurre en ella cuando llevan más de 30 años al frente de la misma.
Esa es una estrategia cansadora que no resiste el menor análisis.
El gobernador tiene todo el derecho de marcar lo que entienden son las falencias del gobierno nacional en defensa de los intereses de su provincia, para eso fue reelecto por casi la mitad de los electores de Buenos Aires, pero además debería tomarse un tiempo para analizar las acciones de su propio gobierno so penar de caer en contradicciones como las antes mencionadas, las cuales pueden parecer una nimiedad pero hacen a la vida de los habitantes de su provincia los cuales se aferran a la esperanza que es aquello que se utiliza para consolarse eternamente cuando se sabe que algo no llegará jamás.
D.R
