SOMMELIERS VS INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Una degustación de vinos motivó una competencia cada vez más frecuente entre robots y sommeliers en la elección de una carta para comensales que desconocían la prueba.
La industria vitivinícola transita notable transformación impulsada por los avances tecnológicos, entre ellos la Inteligencia Artificial como factor de cambio inminente. Es el turno para referirse al impacto entre los sommeliers de la IA.
La integración de esta temida tecnología abre nuevas vías de eficiencia, precisión e innovación. Hay seis áreas clave en las que está teniendo consecuencias significativas. Pero antes repasemos una experiencia reciente que puso a prueba la lucha entre robots y sommeliers por esto días.
La propuesta nació en Estados Unidos, desde Cru Uncorked, una experiencia gastronómica de alta cocina francesa-estadounidense en un castillo rural.
Hace menos de 15 días se propusieron cotejar las habilidades y talentos de los sommeliers con robots impulsados por IA. Apelaron a una competencia de maridaje de vinos de cuatro pasos. Los resultados sugieren que los consumidores no están listos para que los robots elijan sus vinos. Por ahora, y solamente por ahora, ganaron los humanos.
La competencia fue sencilla: el chef creó un menú para la cena y los sommeliers maridaron cada plato con un vino de la bodega del restaurante. La IA hizo lo mismo. La noche del concurso, dos docenas de comensales degustaron a ciegas los vinos con cada plato y votaron por su favorito. La bodega alberga más de 15 mil botellas.
El duelo culinario obliga a repensar el futuro de este oficio, al que hasta hace poco tiempo se lo consideraba vital en la gastronomía de lujo y en la industria del turismo, entre sus varias áreas de acción.
Los resultados de la experiencia fueron desconcertantes, hasta el último minuto: el primer plato terminó en empate, los humanos ganaron el segundo paso, la IA hizo lo propio con el tercero y los humanos se aseguraron la victoria en el último y cuarto plato..
Diferencias
“En general, todos lo hicieron bastante bien al distinguir qué vinos elegimos nosotros y cuáles fueron elegidos por la IA”, dijo Chris Oppewall, presidente y sommelier de Cru Uncorked. Confesó que “sorprendentemente la votación fue muy reñida. El empate en el primer plato nos sorprendió. Pensamos que el cuerpo ligeramente dulce del vino alsaciano maridaría a la perfección con el wasabi y el pepino; los invitados se mostraron divididos en cuanto a ese plato”.
El primer plato consistió en atún sellado con crema de wasabi, pepino, palta y sésamo. La sommelier Janine Poleman lo maridó con un Albert Boxler Edelswicker 2022, un vino blanco de la región francesa de Alsacia. Por su parte, la Inteligencia Artificial lo maridó con un Joseph Colin “Clos de Meix” Saint-Aubin 1er Cru 2021, un chardonnay de Borgoña.
La IA fundamentó su elección, con bastante rigor: “Este Chardonnay ofrece una acidez muy intensa, una mineralidad pétrea y cítricos sutiles que contrastan con la riqueza de la palta y el sésamo, a la vez que complementan el picante del wasabi”.
Si bien la IA suele considerarse una forma de mejorar la productividad en el trabajo, Oppewall lo desmiente. "Cometió errores al elegir vinos que superaban el presupuesto especificado o al recomendar vinos que no estaban en la carta del restaurante", detalló.
Durante la cena, los sommeliers Oppewall, Poleman y Anthony Taylor realizaron una encuesta informal a los invitados y descubrieron que muchos habían utilizado Inteligencia Artificial cuando no había ningún sommelier presente.
“Quienes han usado IA reportan éxito, pero prefieren la interacción humana para asegurarse de obtener una botella de calidad”, dijo Oppewall.
Este detalle puede resultar alentador y fundamental en el mediano plazo: los humanos garantizan atención al cliente.
Info: M.R – redacción