“MIEDO KUKA” O DESCONFIANZA EN EL GOBIERNO? En 15 días se guardaron u$s 5 mil millones en el colchón.
La salida de depósitos en pesos superó los $8 billones, durante la primera quincena de octubre. Gana el pesimismo en el mercado
El nivel de dolarización durante este mes de octubre ya puede considerarse un récord. La dinámica da cuenta de un escenario sorpresivo, en medio del respaldo histórico del Tesoro de los Estados Unidos, que incluye la intervención directa en el mercado de cambios argentino con la "compra de pesos".
La presión cambiaria impulsó la cotización del dólar, de nuevo, hacia el techo de la banda. Este martes, el mayorista quedó en $1.490,50; apenas 50 centavos por debajo del límite que habilitaría la intervención directa del Banco Central.
En este escenario, el Banco Central debió vender nuevamente divisas para contener al tipo de cambio mayorista por primera vez en un mes: intervino con u$s45,5 millones.
Tanto el CCL como el MEP cerraron la jornada por encima del techo de la banda cambiaria, como ya venía ocurriendo. Lo distintivo fue que el CCL terminó por encima de los $1.600 ($1.609, con una suba del 2,5% en el día), mientras que el MEP cerró en $1.591 (+2,4%).
Esta presión sobre el tipo de cambio se da en medio de una desconfianza y falta de expectativas sobre lo que viene después del próximo domingo.
Las cuentas son elocuentes:
Desde principios de mes hasta el miércoles 15 (último dato disponible), la cantidad de depósitos bancarios en pesos del sector privado (empresas e individuos) cayeron de $100,5 billones a $92,07 billones.
La baja de esas colocaciones alcanzaron los $8,43 billones en apenas dos semanas. Equivalen al 8,4% del total de depósitos del sector privado.
Al tipo de cambio promedio de la última quincena, alrededor de $1.400, ese monto equivale a unos u$s6.000 millones. Una corriente dolarizadora récord para los últimos tiempos.
En simultáneo, los depósitos bancarios del sector privado en dólares crecieron en u$s1.269 millones.
Pasaron de u$s33.852 millones a u$s35.061 millones.
La pregunta es dónde fueron los restantes dólares. La diferencia entre la dolarización y el crecimiento de los depósitos en dólares (siempre del sector privado) fue de unos u$s4.700 millones. Lo más apropiado supone que ese volumen de dólares fueron al colchón o bien a cuentas en el extranjero.
El economista Amílcar Collante, que monitorea los números al detalle, evalúa que esta dolarización da cuenta de "una enorme caída en la demanda de pesos. Nadie los quiere"."Todos buscan una cobertura ante el desenlace del resultado electoral. La incertidumbre es total", dice el profesional.
Ninguno de los últimos anuncios del Gobierno logró enfriar las expectativas negativas de los inversores. A diferencia de lo sucedido en México 1995 —cuando el solo anuncio del salvataje estadounidense sirvió para estabilizar la economía—, acá en Argentina, con Scott Bessent, no alcanzó.
El mercado está convencido de que después de las elecciones del domingo vendrán modificaciones en el régimen cambiario y ni Javier Milei ni el compromiso de Donald Trump con la Argentina lograron doblegar al mercado.
La dolarización es muy fuerte, y se va potenciando con el correr de las jornadas.
Tampoco alcanzó con las últimas medidas anunciadas: ni la futura recompra de la deuda en dólares ni el swap por u$s20.000 millones a cargo del Tesoro estadounidense; ni tampoco la coordinación de cuatro bancos de Estados Unidos para conseguir otros u$s20.000 millones colmaron las expectativas de los inversores.
Info: C.Z – I.P redacción