EL ORIGEN DEL CONEJO DE PASCUA Y POR QUÉ SE COME CHOCOLATE

A modo de festejo, muchas familias comen huevos de Pascua en esta fiesta.

EL ORIGEN DEL CONEJO DE PASCUA Y POR QUÉ SE COME CHOCOLATE
Huevos de chocolate para festejar las Pascuas.

 

Este domingo se celebra la Pascua, la festividad más importante para los cristianos, en la cual se conmemora la resurrección de Jesucristo, quien,  al levantarse "de entre los muertos", dio vida eterna en el Cielo a los creyentes.
A modo de festejo, muchas familias comen huevos de Pascua en esta fiesta. Costumbre que fue innovándose y, hoy por hoy, es posible conseguir huevos tamaño familiar, en forma de conejo, o bien se puede optar por mini huevos rellenos con dulces, confites o sorpresas para armar, entre muchas otras variantes.
Asimismo, según la tradición, los huevos de chocolate son entregados por el Conejo de Pascua. Un personaje del que muchas veces se pasa por alto su significado, como también el chocolate en esta fiesta, y su relación con la resurrección de Jesús.

El significado del Conejo de Pascua

Esta figura, que es muy reconocida durante la Semana Santa en países de América del Norte y Europa, proviene de la antigua mitología germánica, donde se creía que la liebre era un símbolo de abundancia y renovación. Del mismo modo, el conejo es un símbolo de fertilidad, gracias a su gran capacidad de reproducción.
Según la mitología pagana, el conejo era compañero de la diosa de la primavera, Ostara. Este mismo nombre se utiliza para hacer referencia a la festividad que da inicio a esta estación, que es el momento del año donde comienza la época de luz, renacimiento, floración y vida.
Normalmente, se piensa a este personaje con una canasta llena de huevos de chocolate o algún tipo de obsequio similar. Según el mito, el Conejo de Pascua visita los hogares durante la noche anterior al día de Pascua y esconde los huevos en los jardines o dentro de las casas para que los niños los encuentren en la mañana.

Por qué se comen huevos de chocolate

El origen de los huevos de Pascua no tiene una respuesta precisa, sino que hay varias teorías. Por un lado, en la Europa medieval, estaba prohibido el consumo de huevos durante la Cuaresma, es decir, los 40 días previos al domingo de Pascua. Al finalizar el ayuno, los huevos se cocían, decoraban y regalaban como parte de la celebración.
Asimismo, los huevos simbolizan la vida nueva, la fertilidad y la esperanza. Esto se relacionaría con el paso a la vida eterna dada por medio del sacrificio Jesús y su resurrección en la Pascua.
Independientemente de las posibles explicaciones, en la actualidad, los huevos de pascua tienen mucho protagonismo en estas fechas y se vinculan con lo lúdico, la diversión y el disfrute, aunque también con el sentimiento de felicidad propio de la celebración religiosa.